Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 13

mudo, casi sin respirar. Entonces oyó hablar arriba a la Sara y prestó atención. Por el hueco de la escalera se desgranaban sus frases engoladas como una lluvia lúgubre y sombría: —Cuando mis pies, perdiendo su movimiento, me adviertan que mi carrera en este mundo está próxima a su fin... Y, detrás, sonaba la voz del Moñigo, opaca y sorda, como si partiera de lo hondo de un pozo: —Jesús misericordioso, tened compasión de mí. De nuevo las inflexiones 28 de Sara, cada vez más huecas y extremosas: —Cuando mis ojos vidriados y desencajados por el horror de la inminente muerte, fijen en vos sus miradas lánguidas y moribundas... —Jesús misericordioso, tened compasión de mí. Se iba adueñando de Daniel, el Mochuelo, un pavor helado e impalpable. Aquella tétrica 29 letanía le hacía cosquillas en la médula de los huesos. Sin embargo, no se movió del sitio. Le acuciaba una difusa e impersonal curiosidad. —Cuando perdido el uso de los sentidos —continuaba, monótona, la Sara— el mundo todo desaparezca de mi vista y gima yo entre las angustias de la última agonía y los afanes de la muerte... Otra vez la voz amodorrada y sorda y tranquila del Moñigo, desde el pajar: —Jesús misericordioso, tened compasión de mí. Al concluir Sara su correctivo verbal, se hizo impaciente la voz de Roque: —¿Has terminado? —Sí —dijo Sara. 28 Inflexiones:Elevación o atenuación que se hace con la voz , quebrándola o pasando de un tono a otro 29 Tétrica:Triste , demasiadamente serio , grave y melancólico . 13