Leemos el camino segundo A leemos el camino A con introducción | Page 88

Quino, el Manco, decidió casarse y los vecinos se le echaron encima: "La Mariuca está delicada". "La Mariuca está enferma". "La tisis es mala compañera". Pero Quino, el Manco, saltó por encima de todo y una mañana esplendente de primavera se presentó a la puerta de la iglesia embutido en un traje de paño azul y con un pañuelo blanco anudado al cuello. Don José, el cura, que era un gran santo, los bendijo. La Mariuca le puso la alianza en el dedo anular de la mano izquierda, porque Quino, el Manco, tenía seccionada la derecha. La Josefa, a pesar de todo, no logró amargarle la luna de miel. La Josefa se propuso que le pesara toda la vida sobre la conciencia la sombra de su desgracia. Pero no lo consiguió. En la iglesia, durante la primera amonestación 305 , saltó como una pantera, gritando, mientras corría hacia el altar de san Roque y poniendo al santo por testigo, que la Mariuca y Quino, el Manco, no podían casarse porque ella estaba tísica. Hubo, primero, un revuelo y, luego, un silencio hecho de cien silencios, en el templo. Mas don José conocía mejor que ella los impedimentos y todo el Derecho Canónico 306 . —Hija —dijo—, la ley del Señor no prohíbe a los enfermos contraer matrimonio. ¿Has Notificación pública que se hace en la iglesia de los nombres de quienes se van a casar u ordenar, a fin de que, si alguien supiere algún impedimento, lo denuncie. U. m. en pl. 305 306 Dicho de un libro o de una epístola: Que están contenidos en el canon de los libros auténticos de la Sagra da Escritura.