Leemos el camino segundo A leemos el camino A con introducción | Page 48
Entre ellos tres no cabían disensiones 186 . Cada cual acataba 187 de antemano el lugar
que le correspondía en la pandilla. Daniel, el Mochuelo, sabía que no podía imponerse
a el Moñigo, aunque tuviera una inteligencia más aguda que la suya, y Germán, el
Tiñoso, reconocía que estaba por debajo de los otros dos, a pesar de que su
experiencia pajarera 188 era mucho más sutil y vasta que la de ellos. La prepotencia,
aquí, la determinaba el bíceps y no la inteligencia, ni las habilidades, ni la voluntad.
Después de todo, ello era una cosa razonable, pertinente 189 y lógica.
Ello no quita para que Daniel, el Mochuelo, fuera el único capaz de coger los trenes
186
Oposición o contrariedad de varias personas en los pareceres o en los propósitos
187 Aceptar con sumisión una autoridad o unas normas legales , una orden
188 Alegre y festivo
189
Que viene a propósito