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mercancías en pleno ahogo ascendente y aun los mixtos si no venían sin carga o con
máquina nueva. El Moñigo y el Tiñoso corrían menos que él, pero la ligereza de las
piernas tampoco justificaba una primacía 190 . Representaba una estimable cualidad,
pero sólo eso.
En las tardes dominicales 191 y durante las vacaciones veraniegas los tres amigos
frecuentaban los prados y los montes y la bolera y el río. Sus entretenimientos eran
variados, cambiantes y un poco salvajes y elementales. Es fácil hallar diversión, a esa
edad, en cualquier parte. Con los tirachinas hacían, en ocasiones, terribles carnicerías
de tordos, mirlos y malvises. Germán, el Tiñoso, sabía que los tordos, los mirlos y los
malvises, al fin y al cabo de la misma familia, aguardaban mejor que en otra parte, en
las zarzamoras y los bardales 192 , a las horas de calor. Para matarlos en los árboles o
en la vía, cogiéndolos aún adormilados, era preciso madrugar. Por eso preferían
buscarlos en plena canícula 193 , cuando los animales sesteaban 194 perezosamente
entre la maleza. El tiro era, así, más corto, el blanco más reposado y,
consiguientemente, la pieza resultaba más segura.
Para Daniel, el Mochuelo, no existía plato selecto comparable a los tordos con arroz.
Si cobraba uno le gustaba, incluso, desplumarle por sí mismo y de esta forma pudo
adivinar un día que casi todos los tordos tenían miseria 195 debajo del plumaje. Le
decepcionó la respuesta del Tiñoso al comunicarle su maravilloso descubrimiento.
—¿Ahora te enteras? Casi todos los pájaros tienen miseria bajo la pluma. Según mi
190 Noticia , hecho que se da a conocer por primera vez
191 Perteneciente o relativo a la domínica o al domingo
192 cubierta de espinos
193 Período del año en que es más fuerte el calor .
194
Dicho del ganado : Recogerse durante el día en un lugar sombrío para descansar y
librarse de los rigores del sol
195
Suciedad extrema .