Lección Didáctica Lección didáctica | Page 17

ni Potosí de minas no tan rico como de nobles pechos, ni Arequipa. que de Vizcardo con razón se alaba, ni a la que el Rímac las murallas lava, que de los reyes fue, ya de sí propia, ni la ciudad que dio a los Incas cuna, leyes al sur, y que si aún gime esclava, virtud no le faltó, sino fortuna. Pero la libertad, bajo los golpes que la ensangrientan, cada vez más brava, más indomable, nuevos cuellos yergue, que al despotismo harán soltar la clava. No largo tiempo usurpará el imperio del sol la hispana gente advenediza, ni al ver su trono en tanto vituperio de Manco Cápac gemirán los manes. De Angulo y Pumacagua la ceniza nuevos y más felices capitanes vengarán, y a los hados de su pueblo abrirán vencedores el camino. Huid, días de afán, días de luto, y acelerad los tiempos que adivino. ........................... Diosa de la memoria, himnos te pide el imperio también de Motezuma, que, rota la coyunda de Iturbide, entre los pueblos libres se numera. Mucho, nación bizarra mejicana, de tu poder y de tu ejemplo espera la libertad; ni su esperanza es vana, si ajeno riesgo escarmentarte sabe, y no en un mar te engolfas que sembrado de los fragmentos ves de tanta nave. Llegada al puerto venturoso, un día los héroes cantarás a que se debe del arresto primero la osadía; que a veteranas filas rostro hicieron con pobre, inculta, desarmada plebe, excepto de valor, de todo escasa; y el coloso de bronce sacudieron, a que tres siglos daban firme basa. Si a brazo más feliz, no más robusto, poderlo derrocar dieron los cielos, de Hidalgo, no por eso, y de Morelos eclipsará la gloria olvido ingrato, ni el nombre callarán de Guanajuato los claros fastos de tu heroica lucha, ni de tanta ciudad, que, reducida a triste yermo, a un enemigo infama que, vencedor, sus pactos sólo olvida; que hace exterminio, y sumisión lo llama. ........................... Despierte (oh Musa, tiempo es ya) despierte algún sublime ingenio, que levante el vuelo a tan espléndido sujeto, y que de Popayán los hechos cante y de la no inferior Barquisimeto, y del pueblo también, cuyos hogares a sus orillas mira el Manzanares; no el de ondas pobre y de verdura exhausto, que de la regia corte sufre el fausto, y de su servidumbre está orgulloso, mas el que de aguas bellas abundoso, como su gente lo es de bellas almas, del cielo, en su cristal sereno, pinta el puro azul, corriendo entre las palmas de esta y aquella deliciosa quinta; que de Angostura las proezas cante, de libertad inexpugnable asilo, donde la tempestad desoladora vino a estrellarse; y con süave estilo de Bogotá los timbres diga al mundo, de Guayaquil, de Maracaibo (ahora agobiada de bárbara cadena) y de cuantas provincias Cauca baña, Orinoco, Esmeralda, Magdalena, y cuantas bajo el nombre colombiano con fraternal unión se dan la mano. ........................... Mira donde contrasta sin murallas mil porfiados ataques Barcelona. Es un convento el último refugio de la arrestada, aunque pequeña, tropa que la defiende; en torno el enemigo, cuantos conoce el fiero Marte, acopia medios de destrucción; ya por cien partes cede al batir de las tonantes bocas el débil muro, y superior en armas a cada brecha una legión se agolpa.