Ceci ne pas une pipe
Ceci ne pas une pipe es una obra realizada por René Magritte. Esta obra la
realizó entre 1928 y 1929. La traducción del título al español significa Esto no
es una pipa. Consiste en una pintura de una pipa con el título en ella. Aunque
se ve como una obra muy simple y sencilla, es bastante extensa y causa un
poco de confusión dado el contenido de esta pintura. La pintura desconcierta
por su sencillez, y siempre lo ha hecho, y en realidad si es una obra muy
sencilla, pues en ella no se puede encontrar nada más que una pipa y una
leyenda, pero dicha leyenda es la que hace que algo tan sencillo se vuelva tan
complicado y difícil de comprender. Para realizar Ceci ne pas une pipe Magritte
uso la técnica de óleo sobre madera. Cuenta con un tamaño aproximadamente
de 62.2cm x 81cm. Actualmente se ubica en Los Angeles (CA) en Los Angeles
Country Museum of Art. Esta obra pertenece a una colección de Magritte
llamada “La traición de las imágenes”, que al igual que esta pintura se pintó
entre 1928 y 1929, toda la colección trata de objetos acompañados de una
leyenda (Schneede, 1978; 125).
La obra Ceci ne pas une pipe es una obra con algo surrealista. Aunque
tal vez para algunos es confuso o difícil distinguir que es lo surrealista, esta
obra lo tiene, solo que como Magritte lo planeó, no es completamente fácil el
distinguirlo. Lo surrealista consiste en dar a conocer algo, de cierto modo el
significado, utilizando cosas imaginarias, y en el caso de esta pintura, lo
plantea pintando una pipa y poniendo una leyenda que diga que en realidad
esa no es una pipa. La realidad de la pintura desde el lado surrealista es que
Magritte, utiliza nuestra mente y juega con ella, pues hace que la mayoría, si no
es que todos los espectadores, entren en confusión y comiencen a razonar el
significado de la obra para descubrir la realidad, y la realidad tanto de esta
obra, como de toda la colección, es encontrar la diferencia entre algo real y
algo imaginario, lo cual entra en cierto modo en lo surrealista.
La postura de René Magritte solo contrasta con lo que es aparentemente una intención surrealista para a quienes lo lícito no es el poder calificar los irracionales puros; pues unas de las preocupaciones que Magritte da a entender consiste en el fortalecer la conciencia tanto de él cómo de los espectadores. Y como tal, lo surrealista en esta pintura es el imaginar, y René Magritte hace que con esta obra y toda la colección, todos los espectadores empecemos a imaginar posibles respuestas y el significado de la obra como tal (Paquet, 1992; 11).