Al estar leyendo los libros que hablaban de Magritte, se fueron seleccionando las pinturas que más llamaban la atención, y la forma de acomodarlas en el ensayo fue conforme se iban eligiendo las obras. Pero aún antes de las lecturas, se estudió en qué consisten los elementos temáticos, los textos académicos, el formato correcto para citar, la historia cultural y la iconografía e iconología.
Cada uno de los esqueletos temáticos se respetó en su totalidad, sin alterar el orden. Y en cada uno se trabaja lo que es la historia cultural, la iconografía y la iconología. Con la historia cultural se analizó la forma en que fue cambiando su manera de pintar, al igual ayudó a poder explicar algunas cosas que no son tan fáciles de comprender a simple vista. Con la iconografía se habló más a fondo sobre en qué consisten las obras, pues con los elementos iconográficos se explican a detalle cada cosa que está representada en la pintura. Mientras que con la iconología se explica de cierto modo el motivo o el porqué de cada una de las pinturas.
En el contenido del ensayo se trabajan cuatro obras. La primera es Esto no es una pipa, una de las obras más relevantes de Magritte. Esta pintura es una de las más simples que realizó Magritte, pues solo consta de una pipa acompañada de una leyenda. Lo que causó y sigue causando impacto, es el cómo la leyenda contradice la obra.
La segunda obra trabajada se titula El imperio de las luces. En sí, ese es el nombre de la colección, pues todas las obras de esta colección usan el mismo tipo de técnica, solo cambia el paisaje. Las obras consisten en un cielo completamente deslumbrante. Pues simula ser de día, mientras que el resto de la obra simula un paisaje nocturno. Esta obra a simple vista, no tiene nada surreal, hasta que se logra apreciar el hecho de que en una parte es de día y en otra de noche.
La tercera obra se llama El más allá, y esta es una de las menos reconocidas. La obra es muy sencilla, pero el significado de esta es bastante extenso, pues habla de la vida después de la muerte. En la pintura solo se puede observar un ataúd, un desierto y el sol. Como se mencionó, muy sencillo pero a la vez muy complejo.
La última obra se titula La gran guerra. Consiste en una mujer, que asimila tener dinero por su forma de vestir, el único problema es que no se puede apreciar el rostro de la dama porque hay un objeto impidiendo hacerlo. Como tal, esta obra no es surreal, pero lo que se entiende como surreal es el significado que esta pintura tiene.