Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 336
Esa noche me enteré que mis padres querían que regresase a casa, no
recuerdo porque motivo, no me alegraba demasiado la idea, aunque ya
había estado el tiempo suficiente. Pero la idea de estar con esos perros
no dejaba de cautivarme, era esa la oportunidad o quien sabe cuando
se podría volver a repetir así que resolví regresar al lugar a la mañana
siguiente.
Preparé mi manta, comida, agua y cosas que podría llegar a necesitar,
le comente a mi tía que me quedaría hasta la tardecita, que no se preo-
cupe, que quería aprovechar mis últimos días, pero no llevaría a Lola,
para evitar posible competencia, me coloque un vestido corto, cosa de
estar más libre para esa posible gestión.
Llegué como a media mañana, y estaba solo el negro, me alegré al ver-
lo, parecía esperarme porque se acerco rápidamente a saltarme movien-
do su cola. Me quité el vestido y el sostén, manteniendo mis bragas,
preservándome inconscientemente, quien moviendo la cola comenzó
a lamerme, aproveché para palpar su bulto, que comenzó a surgir, una
tentadora punta roja, que no tarde en lamer y luego llevarla a mi boca
con total devoción, produciéndome una necesidad carnal., donde mis
fluidos corporales comenzaban a revolucionarse.
Me volqué sobre él, abrazándola y refregando mi piel contra su pelaje,
me sentía su hembra, era su fémina, su ninfa del bosque, que una fuerza
misteriosa me transportaba a entregarle mi cuerpo casi virgen, deseaba
que me penetrase, era todo tan loco que no lo concebía demasiado, me
quite mis bragas dispuesta a lo que fuese..
Decidida a ser copulada, me coloque en cuatro, apoyando mi cabeci-
ta sobre la hiedra, elevando mi culo, ofreciéndole mis atractivas aber-
turas, dispuesta a complacerlo o complacerme, que previamente fue-
ron lamidas hasta elevar mi estado febril, que no demoró en montarme,
apresándome con sus patas y bombeando incesantemente, con la mi-
sión de penetrarme, cuando en escasos minutos su miembro comenzó a
fisionar las paredes de mi vulva, en un coito aberrante y salvaje.
Su voluminoso cuerpo guarecía mi menuda contextura indefensa,