Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 335
a la realidad..
Pero de pronto vi, que a lo lejos venia alguien a caballo, así que traté de
detener ese encuentro, me vestí alejándome con Lola del lugar. Cuando
llegue a la casa, me bañé, cenamos y me acosté, estaba bastante cansa-
da, pero sentía como una seducción por parte del negro.
A mi tía le extrañaba, como me gustaba ir tanto a ese lugar, así que le
decía que era muy tranquilo, que me bañaba en el arroyo, jugaba con
Lola, y varias cosas más para tranquilizarla.
Parte 3
Atraída como por esa seducción canina, a la mañana siguiente regre-
samos, los perros llegaron al rato, pero el negro no estaba con ellos, re-
petí lo del día anterior y lo disfrute ampliamente, si bien la idea de ser
montada y penetrada no dejaba de atraerme,, no terminaba de asimi-
larla, así que me puse las bragas, metida entre mis nalgas, y me colo-
que en posición de perrita, después de un rato uno de ellos me monto,
apresándome con sus patas, bombeando, intentando introducir su ver-
ga, sintiendo una serie de impactos contra mis posaderas, que me exci-
taba bastante al concebirlo, mientras mis dedos friccionaba mi carnosa
y estimulada vulva, así continúe, hasta obtener un acalorado orgasmo..
Jugué con el resto de ellos, aunque el negro no llegaba, pero no me sa-
qué las bragas dejé que me montaran hasta que uno de ellos de tanto in-
tentar penetrarme, y rozarme arduamente término eyaculándome so-
bre la espalda, me excitó ese acto, girándome contemplando esa verga
roja y muy húmeda, que sin pensarlo demasiado, gatee hacia ella para
mamarla apasionadamente. Dado de que se había nublado bastante, con
posibilidades de lluvia, opté por regresar, algo desilusionada por la au-
sencia del negro..
Al llegar a la casa, me bañe, y después de cenar me fui a la cama, ana-
lizando que estaba actuando alocadamente, haciéndome la promesa que
ya no repetiría ese tipo de experiencia. Al día siguiente me quedé en la
finca tratando de disfrutar de la piscina y otras cosas.