Las TIC y la enseñanza en las ESJA Diciembre 2019 | Page 13

El aprendizaje, ya no se centra sólo dentro de las paredes de la escuela, sino que se trata de una educación omnipresente “donde sea y cuando sea”. El aprendizaje, en esta forma, se vuelve más colaborativo, y por lo tanto, cambia lo que conocíamos como aprehensión de conocimientos de manera individual. Este cambio, produce modificaciones en las formas en las que suceden los aprendizajes por parte de los alumnos, afectando a la educación formal. De allí, que se debe reconsiderar el currículum y nuevas formas de enseñanza para encajar en estos contextos omnipresentes.

“Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación atraviesan sus modos de conocer, pensar y aprender. Y esa es una situación que los docentes tenemos que conocer y entender en profundidad para generar prácticas de la enseñanza que favorezcan aprendizajes valiosos y perdurables…. Cuando no hacemos este reconocimiento, se genera un vacío entre los modos como nuestros alumnos conocen y pueden aprender y nuestras propuestas para favorecer que ello ocurra. Este vacío es cognitivo, cuando no reconocemos el carácter de los procesos que tienen lugar efectivamente; es cultural, cuando no entendemos a nuestros alumnos como sujetos y miembros de culturas particulares; y, finalmente, es pedagógico, cuando construimos y llevamos adelante propuestas que en lugar de suscitar lazos con esos sujetos sociales, cognitivos y culturales, caen en el vacío propio de nuestra falta de reconocimiento de sus modos de conocer, relacionarse, interactuar y, por ende, aprender” (Maggio, 2012, p.22).

De igual modo, se debe tener en cuenta, que la planificación de actividades con el uso de dispositivos móviles no puede realizarse de modo espontáneo y al azar, sino que el docente debe seguir un modelo educativo que tenga como objetivo guiar a los alumnos, dando coherencia a las prácticas educativas. La actividad tiene sentido pedagógico si está dentro de un proceso dirigido a promover ciertas metas de aprendizaje, que subyacen a un determinado modelo de educación.

Pero debemos tener en cuenta que la inclusión digital requiere y exige de estrategias formativas innovadoras que atiendan las problemáticas sociales, culturales y económicas. Según Buckingham (2007): “la pregunta no es si ha de usar tecnología, ni siquiera qué tecnologías usar, sino por qué y cómo usarlas(…) La tecnología es producto de determinaciones sociales, históricas; las formas que adoptan reflejan los intereses de los actores sociales y las instituciones sociales que desempeñan un papel fundamental en su producción y en la determinación de dónde, cuándo y cómo se utilizará, asi como de quién habrá de utilizarla” . (Buckingham, 2007;224)