DISPOSITIVOS MÓVILES
EN EL AULA
UNA HERRAMIENTA PARA LA COMUNICACIÓN QUE PUEDE SER UTILIZADA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE.
Los aparatos tecnológicos, tales como los celulares, son vistos en general como distractores de la atención de los estudiantes en horarios de clases.
Para poder analizar dicha problemática, debemos partir del punto de que el avance tecnológico ha atravesado toda la columna vertebral de la humanidad, convirtiendo en muchos casos, obsoletas muchas formas antiguas o usos para la resolución de problemáticas sociales, culturales, y de la vida cotidiana.
“Los usos de los teléfonos celulares por parte de los estudiantes jóvenes y adolescentes, se está diversificando más y más en un proceso de dominio de dicha tecnología celular, lo que implica el manejo de diversas aplicaciones que van más allá de los usos originales del dispositivo teléfono, e incorporan a múltiples herramientas de intercomunicación, redes y aprendizaje” (Engel y Green 2011).
Este avance ha ido en crecimiento en forma acelerada, al lado del sistema educativo, cuyo avance o cambio, se produce en forma paulatina y con mucha resistencia a las transformaciones y adaptaciones a las nuevas formas de comunicación.
El presente trabajo, intenta mostrar que la utilización dentro del aula, de un recurso tecnológico de uso diario y casi unánime (el celular), facilita la tarea del proceso de enseñanza aprendizaje. Obviamente, los recursos o herramientas por sí solas no pueden obtener ningún resultado, para ello, es indispensable la tarea del Docente como inspirador, como guía, como diseñador de este proceso educativo.
Uno de los mayores conflictos que tenemos hoy en día es que contamos con Instituciones educativas del siglo XIX, con docentes formados de acuerdo al siglo XX y alumnos del siglo XXI. Tratar de contener todos los proyectos y expectativas de estos actores dentro de las paredes de la Escuela (de estas tres aristas del Sistema), en estos días se hace muy difícil, además de no contar en muchos casos con los recursos necesarios para llevar adelante cualquier actividad que un docente planifica. El aula debe ser el lugar donde se conecta con el otro, donde se registra al otro, se formula con el otro. Para ello estos mundos tan dispares deben encontrar un punto de conexión.
No quiero que se entienda que el único modo de conexión es a través del celular, pero la forma de comunicarnos con el otro han cambiado y utilizar estos dispositivos móviles dentro del proceso de enseñanza, hace que el alumno reconozca la importancia del mismo, y adquiera conocimientos a través y con este recurso tecnológico que utiliza en su vida cotidiana.
Es cierto que la falta de conectividad es una deuda importante en las Escuelas por parte de los gobiernos de turno, pero recaer siempre en ello para no ayornarnos, y actualizar las prácticas en el aula, es una excusa que cada vez tiene menos peso.
“Si los educadores se actualizan respecto de esta tecnología, podrán emplearla como herramienta favorecedora del aprendizaje en procesos de interacción y comunicación intra-áulicos; por el contrario, si no lo hacen sólo podrán identificar en el uso de los teléfonos celulares que sus estudiantes tienen en el aula de clase como una fuente de distracción y desorden dentro de la clase” (Navarro, 2013).