Las Hurdes, Tierra sin pan (1933):Notas sobre el documental de Buñuel | Page 3
La inestabilidad política y las agitaciones sociales que desembocarían en la
guerra civil del treinta y seis se reflejan en el mercado cinematográfico, que presenta
una imagen bicéfala, como consecuencia de la dualidad ideológica y política. La
industria del sonoro estaba constituida principalmente por dos productoras: la citada
Filmófono, de ideología liberal, y Cifesa, de perfil ideológico conservador. A pesar de
ello, el bienio 1935-36 es designado por los historiadores del cine como “edad de oro
del cine español”, con éxitos como La hija de Juan Simón y Don Quintín el amargao,
ambas de 1935, producidas por Filmófono y dirigidas por Sáenz de Heredia y Luis
Marquina respectivamente o Nobleza baturra y La verbena de la paloma, también de
1935, producidas por Cifesa y dirigidas por Florián Rey y Benito Perojo
respectivamente. El cine del periodo republicano –según argumenta Sánchez Noriega 2 -
nos ofrece un panorama contradictorio desde el punto de vista industrial y comercial:
por un lado, la producción aumenta sin necesidad de subvenciones estatales y la
industria del cine conecta con su público, que prefiere las películas españolas a las
norteamericanas; pero desde el punto de vista creativo deja mucho que desear,
probablemente debido a las deficiencias de la industria, los problemas para la
implantación del sonoro y la inexistencia de guionistas profesionales.
El proyecto de rodar Tierra sin pan (1933) contrasta con la producción
predominante en España, un cine de corte melodramático, popular y escapista, pero
confluye con el documental europeo, que según Buñuel es el sucesor de las
producciones independientes, el heredero del cine de vanguardia. En España, el
documental empezará a cobrar importancia con la llegada de la República, Cómo nació
la República española (Juan Vilá Vilamala, 1932) recoge filmaciones de la
proclamación de la República. Fermín Galán (Fernando Roldán, 1931) recoge los
sucesos históricos de la sublevación de Jaca. También cabría mencionar al
documentalista gallego Carlos Velo como uno de los más importantes de la época con
La ciudad y el campo y Almadrabas, sobre la pesca del atún en la costa de Cádiz, ambas
de 1935. En los años treinta también surgieron productoras de noticiarios y
documentales, como Noticiario Español, Film España y Cinespaña 3 . El cine
republicano, que no había sido muy crítico en el terreno de la ficción, tuvo la
posibilidad de haber fundado una prometedora escuela documental, que no cristalizaría
a causa del estallido de la guerra, el uso ideológico y propagandístico que se hizo del
documental durante el conflicto y la emigración de profesionales como el propio
Buñuel.
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