Las Hurdes, Tierra sin pan (1933):Notas sobre el documental de Buñuel | Page 12

“surrealista”, creo que está suficientemente justificada, dada la trayectoria de su autor, los comentarios de los críticos y las precisiones sobre el surrealismo que hemos anticipado. Su relación con el realismo social se justificaría tanto en fondo como en forma y también a través de acontecimientos externos o contextuales: su relación o su coincidencia en Francia con Jean Vigo. En lo que respecta a la forma, la concepción de Buñuel del montaje, que pone en práctica en la realización de Tierra sin pan (1933), se asemeja a la de Vertov 17 considerando como parte del montaje la documentación y la preproducción, el guión o plan de trabajo, el découpage; en este sentido, sería irrelevante que Buñuel realizara el montaje propiamente dicho sobre una mesa de cocina y sin moviola 18 , puesto que la arquitectura del film ya estaba fijada de antemano en su cuaderno de apuntes. El propio Buñuel justificaría nuestra afirmación cuando declara que Las Hurdes (1933) es la película menos gratuita que ha hecho 19 . En lo referente al fondo, podríamos comparar el contenido crítico de Las Hurdes (1933) con el realismo social y, más concretamente, con lo que Jean Vigo denomina “punto de vista documentado”, distinguiéndolo de las actualidades y del documental de carácter institucional y de servicio público. El documental social se caracterizaría por el punto de vista defendido por su autor, que exige que se tome postura sobre un asunto y, al mismo tiempo, esta perspectiva sobre el tema se refleja en la forma, en el significante fílmico, en la manera en que el film es realizado, pues a través de su ejecución –de los recursos estructurales de la narrativa fílmica que el autor ha elegido- el tema y su contenido crítico se presentan al espectador. Tanto Las Hurdes (1933) como À propos de Nice (1929) expresan el punto de vista de quien las realizó, en este sentido, tanto Vigo como Buñuel se anticiparían tanto a lo que Astruc denominó caméra-stylo como al cinéma-vérité – poniendo en cuestión sus presupuestos antes de su propio nacimiento- y, como hemos argumentado, también al film-ensayo. 12