La voz del Fray 2.0, 3 (06/2017) vozfray-3-2017 | Page 37

CULTURA Y Federico corrió entusiasta a cumplir con la orden del don juan chileno, pero con tal apresuramiento que no pudo evitar caerse, rodando escaleras abajo. Neruda y su amiga debieron interrumpir su apasionado amor para ayudar al pobre declamador, que se había lastimado una pierna y andaría renqueando durante unos quince días. Otra hazaña digna de reseñar fue cuando ambos se encontraban en Argentina para homenajear la memoria del brillante Rubén Darío. Pues lo gracioso del espectáculo fue que todas las frases que decían estaban compartidas alternativamente por Lorca y por Neruda. Ya en sus últimos días resuenan los tambores de la Guerra Civil y el poeta decide guarecerse en casa de sus amigos los Rosales, afamados falangistas, que intentaron sin éxito conseguir la liberación de Lorca. La vida de Lorca termina en un cálido amanecer del 19 de agosto de 1936 en el camino Víznar a Alfácar. Hoy en día su tumba sigue siendo una incógnita. Seguidamente, continuamos con un claro representante de la generación del 98, el espléndido Ramón María del Valle -Inclán. Nació en Villanueva de Arosa, un pequeño pueblo de pescadores y campesinos. Segundo hijo de una familia de raigambre carlista. El autor fue bautizado tres días después del nacimiento bajo el nombre de Ramón José Simón Valle y Peña, ya que el parto fue complejo y la madre quedó muy debilitada. El nombre de Ramón se le puso en honor a su padre, el de José por ser el patrono de la madrina y abuela materna del bautizado y Simón por ser el santo del día en el que nació. Su nombre artístico fue tomado de uno de sus antepasados paternos, Francisco del Valle-Inclán. En 1885 siguiendo la imposición de su padre, comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela con unos resultados nada favorables. Durante su estancia, a pesar de las escaseces económicas solicitó examinarse por libre. Además frecuentaba los espacios literarios donde entabló amistad con aquellos que más tarde se convertirían en figuras relevantes del mundo de la cultura y política gallega. En esta época publica sus primeros trabajos literarios y participa activamente, junto a su hermano en el periódico de la ciudad. Su vocación literaria se desata durante la visita de José Zorrilla, que daba una conferencia en la universidad en la que Valle-Inclán cursaba estudios. 36