La voz del Fray 2.0, 3 (06/2017) vozfray-3-2017 | Page 35
CULTURA
CURIOSIDADES DE LA EDAD MEDIA
LA INQUISICIÓN
La Inquisición era un antiguo tribunal eclesiástico establecido para descubrir y castigar las faltas contra la fe o las doctrinas
de la Iglesia.
Mucha gente cree que la Inquisición nació en España, pero
no es verdad. Nació entre el siglo XII y XIII en Europa con
el objetivo de perseguir a los herejes ( aquellos que no
cumplían a rajatabla los dogmas de la Iglesia ) .
La llamada Inquisición española surge en el siglo XIII en
Castilla y Aragón, pero no será hasta el siglo XV con los
Reyes Católicos cuando se consolide.
Cuando un ciudadano era acusado de atentar contra la fe
con frecuencia era sometido a torturas muy dolorosas con la intención de que contara la verdad, pero lo cierto es que
muchos acabaron confesando lo que no habían hecho, sólo para que dejaran de torturarlos. Por lo mismo, muchos presos
acabaron delatando a amigos y vecinos y estos a su vez a otros que eran inocentes.
Las técnicas de tortura eran muy variadas: Desde el cepo que tenemos hoy aquí donde el acusado quedaba inmovilizado en
una postura muy incómoda, pasando por la silla de clavos o el ataúd de pinchos.
Uno de los más famosos era el potro, que consistía en atar al individuo de pies y
manos, a fin de que cuando tiraran de sus extremidades, le causaran un dolor
insoportable en éstas.
Una vez que el preso era declarado culpable, se le exhibía públicamente en la
plaza con un sambenito, que era un hábito amarillo que podía llevar ,o bien una
cruz, o bien, un dibujo relacionado con el
castigo que se le iba a aplicar al
acusado ( unas llamas, garrote… ) . Este hábito se acompañaba también con un
gorro muy parecido a los de nuestros actuales cofrades. En la Edad Media el sólo
hecho de llevar el sambenito ya era suficiente para humillar a los acusados.
Después de esta exhibición pública, se aplicaba el castigo al condenado, que podía
ser sólo una humillación pública o la muerte, generalmente en la hoguera. Cuando
el condenado no estaba presente ( porque estaba muerto o huido ) , se quemaba una efigie, es decir, un muñeco que lo
representaba.
Muchos filósofos y científicos fueron quemados en la hoguera por defender sus ideas, que eran consideradas una herejía:
por ejemplo el médico Miguel Servet que descubrió "la circulación pulmonar" de la sangre.
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