La Revista Digital 1 Versión Final Revista No. 2 - Prueva | Page 92
C. S. Sevillano
especie fue un tipo de furnarido también exclusivo de los
bosques de Polylepis de Ancash hasta ese momento. Este
fue nominado como Leptasthenura yanacensis (Figura
3b) en referencia al lugar de su descubrimiento, Yánac,
y recientemente se le reconoció como parte del género
Sylviorthorhynchus (Irestedt, Fjeldså, Dalén y Ericson,
2009; Derryberry et al., 2011). Años después, ambos fueron
registrados en nuevas zonas del Perú, Bolivia y Argentina,
pero asociado casi exclusivamente a las zonas más altas
de los bosques de Polylepis (Pearman, 2001; Vogel y
Hennessy 2002; Gómez, 2009; Schulenberg, Stotz, Lane,
O’Neill y Parker, 2010). Actualmente, ambas especies
son de prioridad para la conservación, debido a sus bajas
poblaciones expuestas a fragmentación y pérdida de hábitat
y el cambio climático (Sevillano-Ríos y Rodewald, 2017).
Otro de los ejemplares colectados correspondió a
una hembra de la hasta entonces no descrita Cotinga de
Cachetes Blancos (Zaratornis stresemanni) (Figura 3c).
Sin embargo, esta fue erróneamente identificada como
Ampelion rufaxilla rufaxilla (Meyer de Schauensee, 1953)
y permaneció guardada por más de 20 años en la colección
del Philadelphia Academy of Science, hasta que María
Koepcke la describió como una nueva especie a partir de
unos ejemplares colectados en los Bosques de Zárate, en
la sierra de Lima (Koepcke, 1954). En 1939, James Bond
y Rodolphe Meyer de Schauensee (1939) describieron una
de las especies más comunes y abundantes de la Cordillera
Blanca, el Azulito Andino (Xenodacnis parina) (Figura 4a),
y ese mismo año, John Zimmer (1939) describió una nueva
especie de Tapaculo (Scytalopus affinis - Rhinocryptidae),
también proveniente de Yánac y restringida principalmente
a los Altos Andes del Norte del Perú.
El Museo de Historia Natural Javier Prado continuó
desarrollando algunas incursiones a las ciudades del
Callejón de Huaylas, como en Huaraz, Monterrey y
Yungay. En 1954, Celestino Kalinowski, como parte
del Field Museum of Natural History (FMNH) de
Chicago, desarrolló nuevas incursiones a la Quebrada
Quillcayhuanca, ubicada en las alturas (3000-4000 m) de
Huaraz dentro de la Cordillera Blanca, a la hacienda Cátac
(4000 m) y a Yungay (2335 m) (Stephens y Traylor, 1983).
Ese mismo año, María Koepcke y su esposo Hans-Wilhelm
Koepcke comenzaron una gran lista de expediciones a las
cordilleras Blanca y Negra. Sus trabajos se centraron en la
colecta de especímenes para el Museo de Historia Natural
Javier Prado. Entre ellos destacan los que llevaron a cabo
en los bosques de Polylepis de Yánac (3300 m) y de la
Quebrada de Llanganuco (3800 m), conocida actualmente
como uno de los principales destinos turísticos dentro de
Cordillera Blanca. María Koepcke (1957) describe una
nueva especie de Cola de Espina (Synallaxis zimmeri) en
la Cordillera Negra, la cual hasta el día de hoy permanece
muy poco conocida y estudiada (Schulenberg et al., 2010)
y debido a su alto grado de restricción geográfica (solo
conocida en 5 localidades) y oscilación poblacional, se la
considera como una especie en peligro de extinción (EN)
(BirdLife International, 2017).
En 1968, el Museo de Historia Natural de la Universidad
de Louisiana (LSUMNS o LSUMZ) desarrolló una nueva
expedición a Chiquián y la Cordillera Huallanca, a cargo
de Short y Morony (Vaurie, 1972). Entre 1972 y 1975,
otras expediciones desarrolladas por Vaurie, Hocking,
Vuilleumier y Simberloff evaluaron principalmente
los ecosistemas de puna con vegetación arbustiva de la
Cordillera Blanca (Vaurie 1972; Vuilleumier y Simberloff,
1980). Entre 1976 y 1979, LSUMZ, Theodore Parker III
y nuevamente Hocking organizaron por separado nuevas
expediciones a Yánac y sus alrededores, esta vez entre los
2438 y 4572 m. Para ese tiempo, Yánac se había hecho
famosa por los descubrimientos hechos años atrás por
Carriker. Parker obtuvo los primeros registros de audios de
muchas de las aves de los bosques de Polylepis, la mayoría
de ellas actualmente depositadas y salvaguardadas en la
Figura 4. Aves icónicas del Parque Nacional Huascarán. (A) El azulito Andino o Azul saco (Xenodacnis parina), la especie más
abundante en la Cordillera Blanca, es usualmente vista en grupos asociada a los bosques de Queñuales (Polylepis spp.) y Japru
(Gynoxys spp.). Su plumaje azul intenso y sus complejos cantos lo hacen una de las especies más icónicas de la Cordillera
Blanca. (B, juvenil) La Lechuza de Koepcke o Tuku (Megascops koepckeae koepckeae) es un ave endémica del Perú que fue
descrito por primera vez tras un ejemplar proveniente de Yungay. Actualmente, se lo puede oír por las noches en varias de las
quebradas de la Cordillera Blanca, como Parón y Llanganuco. Fotos: S. Sevillano-Ríos.
90
Revista de Glaciares y Ecosistemas de Montaña 2 (2017): 87-102