Legado de los Programas de Desarrollo Ambiental Participativo( PDAP) en los Andes: Lecciones Aprendidas
un mercado; por otro lado, al entregar un producto de mala calidad es la mejor forma de eliminar las posibilidades de su venta.
8) No malgastar el tiempo de los agricultores. Los agricultores son gente ocupada. Ellos invierten casi todo su tiempo disponible en la agricultura, la ganadería, el manejo de la casa y el cuidado de los niños y ancianos, dejando poco espacio para otras actividades. Sean directos. Vayan al grano. No pierdan tiempo en ejecutar actividades largas y tediosas de introducción, sensibilización, planificación u otras actividades preparatorias.
9) Aprender haciendo. En lugar de cursos formales que se ofrecen a las familias agricultoras, fuera de casa y durante largos períodos de tiempo, los agricultores prefieren aprender con la práctica en su propia finca o granja. Aprender haciendo, es un método pedagógico que contribuye a mejorar las destrezas y habilidades de hombres y mujeres campesinos haciendo trabajos in situ, no en un local específico, en un aula o una escuela.
10) Incorporar a las agricultoras. Las mujeres son el soporte principal actual de la familia andina, dado el proceso migratorio de varones adultos y jóvenes. Promoviendo un proceso de inclusión, se debe preparar a las mujeres para ser líderes comunitarias, asegurando que reciban el apoyo que requieren para cumplir este nuevo rol. Como se mencionó, las mujeres campesinas tienen dones especiales para el manejo de pequeñas empresas comunitarias y familiares. Hay que aprovechar este talento al máximo.
11) Investigar. Rara vez existen soluciones fáciles para los problemas del desarrollo rural andino. Los programas de desarrollo exitosos promueven actividades de investigación en campo en el que los agentes de desarrollo ayudan a las mujeres y hombres agricultores a buscar soluciones prácticas a sus problemas de producción agrícola, pecuaria y forestal. Las capacidades de todas las familias campesinas para el desarrollo se fortalecerán a través la difusión e intercambio de estas pruebas prácticas.
12) Realizar evaluaciones participativas periódicas. Las familias andinas viven en un mundo dinámico. Los cambios en el clima, los mercados y las políticas de los gobiernos afectan rápidamente sus situaciones ambientales, económicas y sociales. La evaluación participativa es un proceso de aprendizaje. La información generada a través de la evaluación permanente de sus actividades ayudará a los agricultores y a los agentes de desarrollo en los procesos de toma de decisiones.
13) Preparar líderes locales. Capacitar a hombres y mujeres como líderes comunitarios en la preparación, aplicación y evaluación de las actividades de desarrollo es esencial. Sólo cuando los líderes locales asumen las responsabilidades del desarrollo es cuando comienza una verdadera autogestión. A medida que los líderes se capacitan, el agente de desarrollo debe retirarse, retornado esporádicamente a fin de reforzar las actividades de desarrollo en procesos, si se estima necesario.
14) Promover el intercambio de experiencias: El intercambio es una transmisión de conocimiento entre los mismos campesinos que les permiten crear confianza y seguridad en su propuesta y en sí mismos. También fomenta la réplica de la experiencia exitosa a otras comunidades y regiones, quemando etapas de planificación e investigación ya realizadas.
15) Ser paciente; cambiar toma tiempo. Los agricultores andinos solo cambian cuando ven que sus esfuerzos producen resultados y beneficios innegables y convincentes. Dependiendo de la actividad promovida, se puede tomar 5 a 10 años para producir cambios reales en las actitudes y conducta de los hombres y mujeres agricultores andinos.
Para una mayor comprensión sobre los conceptos presentados, se dan las siguientes aclaraciones:
Para entender a profundidad los problemas y condiciones que enfrentan las familias de los agricultores andinos, los agentes de desarrollo deben experimentar su vida de primera mano. El contacto diario con los dirigentes y familias campesinas es una buena manera de obtener el conocimiento necesario para establecer relaciones productivas. Tratar de dirigir PDAP desde lejos, con sólo esporádicas visitas al campo, es una receta rápida para el fracaso.
También es importante recordar y reconocer que los hombres y las mujeres campesinos perciben y se beneficien de los recursos naturales de manera diferente. Así que no importa lo que se haga( planificación, evaluación, investigación, formación, o producción), es siempre necesario incluir la perspectiva de género en toda actividad con el fin de asegurar que tanto los hombres como las mujeres compartan responsabilidades y beneficios de manera justa y equitativa.
Finalmente, para construir una relación buena y duradera con las familias de los agricultores andinos, es necesario que el agente de desarrollo reconozca que ambos están en iguales condiciones. Es decir, tal como las familias esperan recibir de los agentes los avances científicos, también los agentes deben reconocer, entender e incorporar los conocimientos organizativos y tecnológicos tradicionales de la comunidad. Para esto, es importante crear espacios para la participación de los amautas o sabios de la comunidad, ya que son ellos los depositarios de conocimientos, destrezas, habilidades y conocimiento ancestrales.
Revista de Glaciares y Ecosistemas de Montaña 2( 2017): 51-64
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