D. Walter
el valle vecino, sin que por ello se lo“ coma” el glaciartarugo, pero a condición de someterse a algunas prácticas rituales.
La Domesticación del Glaciar-Tarugo: La Leyenda del Cura Villón
Una leyenda que circulaba en las quebradas por encima de Huaraz y que parece haber impactado vivamente las mentes, nos dará algunos elementos de respuesta acerca de los modos de domesticación de los glaciares. He recogido varias versiones. 7 Otra versión ha sido referida por Yauri Montero( 1993).
Precisamos primero que padre Pedro García Villón era por cierto un personaje real, que vivió en Huaraz al final del siglo XIX y al principio del siglo XX. Hombre de iglesia, también era un eminente político y alcalde de la ciudad. Realizó importantes trabajos de interés público y realmente había proyectado construir el camino que llevaría a través del paso, pero nunca logró hacerlo. Durante un reconocimiento del lugar, realizado en compañía del minero británico Charles Reginald Enock en 1904, Villón se cayó en una grieta y murió unos meses después como consecuencia del accidente. 8 Hoy en día, todavía, el abra( Paso Villón), así como el sendero que conduce a él, 9 llevan el nombre de este famoso personaje.
Ahora, consideramos los relatos locales. Antaño, un cura con el apellido de Villón había hecho construir un camino para conectar la quebrada Cayesh, un valle secundario de la quebrada Quillcayhuanca, con la quebrada de Carhuascancha, en la vertiente oriental de la Cordillera. El objetivo de esta obra era de facilitar los intercambios entre las dos comarcas. Ahora bien, como el camino debía atravesar un alto paso glaciar, el cura había ordenado que se haga excavar un pasaje en el hielo. El día en que el pasaje estuvo listo, se fue al lugar para inaugurarlo. Según el relato de Tobías, originario del centro poblado de Unchus,“ al momento en que el cura estaba celebrando la misa, se desencadenó una avalancha y la mayoría de la gente fue sepultada”.
Recordemos que según las prácticas corrientes en la región( cuyo origen se remonta a la época colonial), los curas visitaban los lugares reputados salvajes, en particular las lagunas de altura, a fin de bautizarlos: ahí celebraban misas, al mismo tiempo que arrojaban varios sacos de sal en sus aguas. En el relato de Tobías, aun si el recurso a la sal no está explícitamente mencionado, encontramos en este la idea del bautismo. No obstante, la misa de Villón no se reveló ser suficiente para dominar la fuerza salvaje del glaciar. Este último se rebeló y la asistencia – incluyendo al cura – murió bajo una avalancha.
Pero otra versión de este relato me fue narrada por Rigoberto. A través de él, descubrimos que el camino que atraviesa el paso existía en realidad desde mucho tiempo atrás y constituía un lugar de pasaje muy frecuentado. En cuanto al cura Villón, él tenía, según esta versión, un problema personal que resolver. Gran propietario de ganado en la quebrada Quillcayhuanca, los Conchucanos, que viven en la vertiente oriental de la Cordillera, le robaban sus vacas por encima del paso. Para poner fin a esto, decidió“ cerrar” el paso. Entonces subió al glaciar, celebró una misa y dispersó en el pasaje dos sacos de sal. Al momento en que descargó la sal, un tarugo dotado de astas magníficas saltó fuera de la zanja y se fue vomitando sangre. Al mismo tiempo, la zanja se volvió a cerrar. Pero de regreso en su casa, el cura cayó enfermo y poco tiempo después murió. El tarugo le había chupado su sangre.
El relato de Rigoberto es sensiblemente diferente del de Tobías. Es de notar la aparición del rahu tarush, que confirma la representación de este cérvido como metáfora del glaciar. Pero en una situación que es inversa a la precedente. Ya no se trata de que el cura domestique al glaciar, sino al contrario que lo“ vuelva salvaje”, mediante un acto más cercano de la brujería que de un rito cristiano. ¿ El recurso a la sal, toma aquí un sentido distinto?
Yo sabía que la sal era utilizada en la actualidad por ciertos campesinos, cuando caminaban sobre los glaciares. Leoncio siempre ponía un puñado en su bolsillo, de manera que pudiera inmediatamente friccionarse el cuerpo, de los pies a la cabeza, si se caía en una grieta. Me aseguró que esta práctica constituía una protección eficaz contra el peligro que corría de que se lo“ trague” el glaciar, y me había alentado fuertemente a hacer lo mismo.
Cuando le referí todo esto a Rigoberto, él me respondió que Leoncio me había dado un consejo muy malo porque este último no conocía nada y deseaba mi muerte … Rigoberto me explicó:
[ RL ] Grietaman hiqaptiyki, haymi kachiwan pasakuptiykiqa, chukaru rahu tsaparishunki.’¡ Traj!’ hinanchaw wichqakaarin.(...) ¡ Chukaru waakata maski qarakuy! Por si lamatin yarqun. Konsyentintsu. Haqman qarqun. Yaykurqa, manshuyaarinmanmi.
[ RL ] Si te caes en una grieta, y te sobas entonces con sal, el glaciar chúcaro te tapa.‘¡ Traj!’ Ahí mismo se vuelve a cerrar.(…) Si quieres saberlo, ¡ dale sal a una vaca salvaje! Por si, se le sale la saliva. No consiente [ la sal ]. La escupe. Si la sal entrara en su boca, comenzaría a domesticarse.
7
Las versiones originales de estos relatos en quechua se encuentran en Walter( 2002).
8
Cf. el folleto de Pedro Cristóbal Villón( 1954), Pedro García Villón: una vida fecunda para Ancash( 1854 – 19 de agosto – 1954) en el centenario de su nacimiento, Huaraz, Imprenta Sánchez Hnos., citado en Yauri Montero( 1993). Cf. igualmente las memorias de C. Reginald Enock( 1907), el ingeniero civil británico encargado por las autoridades de Huaraz de estudiar el proyecto de construcción del camino( ver especialmente el Cap. XVI,“ Ascents of Snow-capped Summits and Peaks”).
9
El sendero es conocido como el“ Villonpa naanin”.( Naani en quechua significa“ sendero o camino”.)
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Revista de Glaciares y Ecosistemas de Montaña 2( 2017): 103-114