La Molesta News Primera edicion 4 Nov 2013 | Page 5

November 4th, 2013 cuenta. Para la extrema derecha todo eso forma parte de un “proyecto” mundialista concertado. Para la extrema izquierda, es una consecuencia mecánica de la lógica del capital (7) Una creciente islamofobia. Se rechaza el islam en bloque, en general. No el islamismo o los diferentes integrismos islámicos, sino todo en bloque, en su conjunto. Las personas que profesan la religión musulmana están determinadas, en sentido fuerte, por cuestiones antidemocráticas intrínsecas a esa religión. Se considera que hay un plan islamista para conquistar Europa por la fuerza. Dentro de ese plan, la inmigración que profesa la religión musulmana es vista como una avanzadilla, una quinta columna, un enemigo interno. Lo anterior no ha hecho desaparecer otras fobias. La judeofobia, el viejo antisemitismo, con sus corolarios de negacionismo, complot mundial y esas cosas, sigue estando muy pero que muy presente, aunque en algunas corrientes está más dejado de lado. El antisemitismo sigue saliendo por todos los poros de las organizaciones más antiguas de la extrema derecha, y en algunas corrientes. En las más modernas, las de la cuarta ola, está más difuso, y en algunas no aparece. ¿Y por qué se ha desarrollado esta corriente política en Europa, aunque sea algo plural y diverso? Ciertamente, al final de la segunda guerra mundial era una corriente derrotada y ampliamente rechazada, debido a su relación con el nazismo, el fascismo y el colaboracionismo con esos regímenes. En países como Italia, Alemania o Austria, los intentos de recomposición son muy tempranos. Ya hemos dicho más arriba que, por ejemplo, el MSI, el Movimiento Social Italiano, nació en 1946. Por otro lado, no hay que olvidar que en bastantes países de Europa, en los años treinta y cuarenta del siglo pasado, el fascismo y el nazismo tuvieron una real presencia de masas. Muchos europeos lucharon en la Waffen SS, y funcionaron como auténticas brigadas internacionales de la derecha europea. En 1944 la Waffen SS estaba compuesta por 900.000 soldados, repartidos en 38 divisiones: walona, francesa, húngara, musulmana, báltica, ukraniana, escandinava... Más de la mitad de la Waffen SS estaba compuesta por no alemanes, que juraron fidelidad a Hitler hasta su muerte. A mediados de los años 60 del siglo pasado aparece una nueva generación de militantes que empiezan a reconstruir esa corriente. Es lo que se denomina la Nueva Derecha. Esa Nueva Derecha desarrolla un importante trabajo en el ámbito de las ideas, en el plano cultural. Una de sus fuentes de inspiración más importantes es la Revolución Conservadora alemana (8) La extrema derecha, como cualquier otra corrientes político ideológica, y por más repulsión que a veces cause a algunos su sola evocación, intenta responder a los diferentes problemas políticos y sociales que se presentan. Es un agente político y social activo, que en muchos países de Europa ha conseguido llevar al ámbito político público una serie de temáticas que le han permitido hacerse un hueco estable en la opinión pública. No aparece una ideología estructurante (9). Más allá de algunas de sus corrientes y de algunos grupos más bien pequeños, sus banderas no son la vuelta al fascismo y al nazismo en su aspecto de regímenes políticos Published by: Colectivo Cyberactivista encarnados en el Estado. Sí suele haber la recogida de ideas y propuestas antiguas, adecuadas al nuevo contexto de sociedades democráticas estables. Algunas de ellas hoy tienen incluso muy buena prensa, y se utilizan despojadas de su origen histórico concreto (10) Podríamos decir que esa extrema derecha y, más en general, la derecha en su conjunto, ha hecho su trabajo. Y que a la izquierda le quedan bastantes cosas por hacer. Demasiadas veces se ha recreado en el simple rechazo, a partir de la identificación, muchas veces somera, de la extrema derecha actual con el fascismo. Y además eso le hacía sentirse bien, pues parecía que con ello emulaba a los que antaño se habían peleado contra el fascismo. No se trata de no señalar lo que hay de relación con el pasado, de no criticar duramente el negacionismo y otras cuestiones. Se trata de ver lo que se plantea en su conjunto, en sus manifestaciones diversas, en lo que tienen en común y en lo que divergen, la manera como afrontan los problemas actuales de las sociedades democráticas europeas, pues no lo hacen de la misma manera que en los años veinte y treinta del siglo pasado, por más que se inspiren en bastantes cosas de esa época. El historiador francés Nicolás Lebourg, refiriéndose al Frente Nacional dice que: “...el FN no busca producir un hombre nuevo en un Estado totalitario en el que la guerra imperialista sería el motor de las transformaciones sociales interiores. Llevar al FN al fascismo es un absurdo histórico que no sirve más que para darse la ilusión de una grandeza moral y ofrecerse un escalofrío mitómano de asimilación a la Resistencia”. En un sentido muy parecido se expresa Todorov, para quien “El populismo actual no supone el resurgimiento del fascismo, y todavía menos del nazismo. Su sentido histórico es otro. Su actual ascenso muestra que por fin se ha pasado una importante página de la historia del siglo XX. El ciclo que inició la Primera Guerra Mundial y que cerró la caída del Muro de Berlín, que vivió el florecimiento y después el hundimiento de la utopía comunista, la toma del poder por parte de regímenes fascistas y nazis, y su posterior desaparición, ese ciclo que colocó en la palestra los totalitarismos y las democracias ha concluido en la actualidad”. Para Jean-Yves Camus, “la derecha europea, con todos sus componentes, ha aplicado con éxito el modelo gramschiano de conquista de la hegemonía cultural como condición para la toma del poder político. La izquierda, por contra, ha continuado considerando a la derecha como una simple transposición en el terreno político de intereses económicos. Lo que, desde mi punto de vista es un error. Tomemos el tiempo necesario para leer a los autores de derecha. ¿Quién conoce, por ejemplo, en la izquierda, a Gianfranco Miglio, que ha formado el pensamiento de la Liga Norte?, ¿quién lee seriamente Zur Zeit, el semanario austriaco de Andreas Molzer? Es indispensable un trabajo de elaboración teórica, que pasa por la reactivación de las relaciones entre los intelectuales e investigadores y los partidos, que muchas veces no funcionan más que como aparatos” ¿Por qué obtiene buenos resultados electorales en bastantes países de Europa, y por qué atrae un voto popular, obrero, por encima incluso de los partidos y corrientes de izquierda? Created using Zinepal. Go online to create your own eBooks in PDF, ePub, Kindle and Mobipocket formats. 5