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La Mariología de la Madre Ágreda
Cristo todo lo que faltaba a la persona de su Madre. La M. Ágreda llenó este vacío mediante el recurso a sus experiencias místicas. Por eso, la polémica contra la MCD impidió que se tomara la obra de la M. Ágreda como un verdadero modelo de tratamiento mariológico. La única Mariología que se desarrolló desde Nigido fue la Mariología Escolástica.
1-Una nueva parte de la Teología
La Mariología apareció desde sus orígenes, marcada con el signo de contradicción que llevará hasta nuestros días. Nigido se mostró partidario de una Mariología como tratado teológico autónomo dentro de la Teología, de la cual forma una“ parte insigne”. Pero su metodología era la escolástica, según el modelo de las cuestiones y artículos de Santo Tomás, como lo había sido también de Suárez. Para Nigido, la Mariología era una“ parte subjetiva” de la Teología. Ya estaba planteado el problema de las relaciones de la nueva especialidad teológica con el totum de la teología. ¿ Qué lugar ocupaba-de hecho- la Mariología en la Teología? ¿ En qué sentido es una“ parte insigne”?
A pesar de sus vacilaciones sobre el lugar insigne de la Mariología, el método que utilizó Nigido fue el mismo de los maestros de su tiempo, es decir: el de la teología como ciencia, que tomaba de los sentidos de la Escritura, solo el literal, el único válido para estructurar la ciencia teológica, como lo había definido Santo Tomás. Frente a la Mariología Escolástica no había otra alternativa válida. La M. Ágreda nunca fue tenida en cuenta como una maestra en la teología mariana, aunque su obra era un verdadero tratado sistemático de Mariología, pero de una metodología notablemente diferente de la de Nigido. Ha sido necesario que pasara el tiempo para que la metodología teológica se aclarara. Es así como ahora concientizamos que en el siglo XVII hubo tres Mariologías distintas, pero no han sido consideradas como tales sino muy recientemente. La primera, nominalmente, era la escolástica de Nigido,