El Acercamiento Primero de la MCD a la Biblia
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de estas extensas citas, a veces la autora echa mano del método hermenéutico de los lugares paralelos que ilustran el tema. Es el método que pretende explicar la Biblia por la Biblia. En el caso citado de Prov 8, 22-31, p. e., la autora redondea su exégesis literal con referencias a Jn 14, 6; Apoc 22, 1; Sab 8, 1; Sal 8, 5-6.7; Filp 2, 7; Col 2, 9; Jn 1, 13; Sal 89, 4; Sal 112, 7; Sab 7, 18ss; Sab 11, 21. A este respecto, es bien sintomático el modo cómo en Gen 1, 1-5( MCD I, 81), une la exégesis literal con el uso de la interpretación de la Biblia por la Biblia. Entra en materia advirtiendo: « La letra del cap. I del Génesis dice de esta manera » y copia el texto; luego prosigue con el sistema judaico que explica la Biblia por los lugares paralelos o temáticamente conexos a base de las siguientes citas: Sal 18, 2; Rom 1, 20; Ap 12, 7; Sal 73, 23; Is 16, 6; Sal 41, 8; Is 14, 12; Sab 11, 21; Apoc 12, 7; Gen 3, 15; Sab 2, 24. El mismo método se utiliza en la explicación de Ap 12, 1-18. En MCD, I, 94, copia el texto bíblico literal, y en los números siguientes MCD, I, nn. 95-133, da su explicación. Del mismo modo en MCD, II, n. 327, 363, y MCD, III, 505-507.
Además de las mencionadas técnicas, tiene Sor María otro tipo de uso bíblico que consiste en agrupar las citas“ en racimo”, o en disponerlas artificiosamente al modo de un mosaico, que ilumina un texto mediante
120 múltiples referencias a otros pasajes de la Biblia. Mencionemos también otra
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A estas citas el P. Díez Merino prefiere llamarlas citas concatenadas:“ Citas en es lo de mosaico, entre los judíos centroeuropeos se llamó « Musivs l », o es lo de mosaico o taracea; se da este sistema cuando es una concatenación de citas bíblicas, de tal modo que el que cita aparece en unas palabras muy sobrias, empleando una cadena de citas bíblicas para expresar su propio pensamiento; tal ensamblamiento de citas se hace con pocas palabras del citante, o incluso sin propias palabras, y acomodando a veces solamente los verbos en singular o en plural, y los nombres del mismo modo. Sor María de Ágreda pone uno de estos mosaicos al comienzo de la Introducción a su obra MCD: « Bien juzgara yo que lo fueran los maestros y varones santos de la Iglesia católica o los doctores de las escuelas, que todos nos han enseñado el camino de la verdad y luz. Pero los juicios del Al simo y sus pensamientos se levantan sobre los nuestros como el cielo dista de la erra( Is 55, 9), y nadie conoció su sen do ni en sus obras le pueda dar consejo( Rom 11, 34). Él es quien ene el peso( Apoc 6, 5) del santuario en su mano y pondera los