LA MARIOLOGÍA DE LA MADRE ÁGREDA ANTONIO MARIA ARTOLA, CP | Page 62

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La Mariología de la Madre Ágreda
problemática retornaremos al final de la obra para responder a las dificultades que contra la Mariología de la M. Ágreda opuso la carta de la Secretaría de Estado de S. S. el 19 de febrero de 1998.
Las iluminaciones superiores son la clave interpretativa de toda la MCD. Ellas son las que le confieren su sello inconfundible y le otorgan el singular valor por el cual se ha impuesto en la historia de la espiritualidad mariana como un libro único. Nadie puede negar que la MCD es un libro de gran originalidad. Une en sí mismo tres elementos que raramente se unen en una misma obra de teología: la experiencia mística, la poesía, y la especulación sistemática. La base de la MCD es una profunda experiencia mística personal. A ella pertenece la superior comprensión del misterio de María en una forma de conocimiento por connaturalidad cuyo objeto es la realidad misma del misterio de María.
La MCD es un gran poema, donde la intuición se alía con la fantasía creadora, con el sentimiento de una fervorosa piedad mariana, y con la expresión en un lenguaje clásico. La MCD es también una obra en que la experiencia y la poesía se vacían en el molde de un sistema teológico especulativo de corte escolástico. Esto es la MCD. No es solo un libro de mística mariana, ni solo una Mariología sistemática, ni un poema de pura creación estética. La MCD es un poema teológico, sí, pero, un poema teológico de enfoque mariológico: una Mariología de base experimental mística. Quizá sea éste el género teológico más adecuado para acceder a la comprensión del misterio profundo de la Virgen.