La Viviencia Mariana 45
40 práctica de tres misteriosos noviciados que le había enseñado la Virgen. Ya
41 anteriormente la Virgen le había ordenado comulgar todos los días, y cada día-por la mañana y por la noche- realizaba la confesión de sus pecados con la
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Virgen. Esto la dejaba en unas condiciones de singular pureza de espíritu para el trabajo redaccional. El l de noviembre de 1651 experimentó por primera vez la realidad de la muerte mística. Los tres noviciados-con sus respectivas profesiones- la dejaron en un estado espiritual perfecto. Estas gracias de elección fueron la preparación próxima para la composición definitiva de la
43 obra de modo que en 1655 pudo entregarse a la segunda redacción de su libro, concluyéndolo el 6 de mayo de 1660, cinco años antes de la muerte. Esta intensidad y elevación de la vida mística la puso en una participación de las
44 condiciones de la bienaventuranza estando todavía en el mundo, adornada de
45 unas disposiciones espirituales más de tipo angélico que humano cual si
46 hubiera transcendido ya la condición carnal.
He aquí el itinerario místico que hizo de la M. Agreda una escritora penetrada de los más elevados dones místicos, apta para descubrir en la Escritura misterios altísimos sobre la vida de la Virgen.
2.- Los conocimientos por revelación
Las novedades que la obra de la M. Ágreda aportaba a los contemporáneos no eran creaciones suyas de la nada. Lo principal de sus conocimientos marianos era patrimonio común de la Iglesia. Así se lo dijo un día
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MCD, II, 1201. |
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MCD, II, 725. |
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MCD, II, 736; III, Intr. 11-14. Donde mejor describe el estado elevado en que escribió su obra |
es en la Introducción a la Parte III( nn. 3-28). |
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MCD, II, n. 179. |
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MCD, II Intr. l, III, Intr. 5. |
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MCD, III, Intr. 11. |