LA MARIOLOGÍA DE LA MADRE ÁGREDA ANTONIO MARIA ARTOLA, CP | Page 42

IV
LA VIVENCIA MARIANA
1-La vida mística de Sor María de Jesús
La M. Ágreda fue un alma mística desde su niñez. Su obra fue el resultado final de toda una vida acompañada de incesantes iluminaciones de lo
19 alto. Según confesión propia, desde muy niña estuvo bajo el influjo de
20 elevados conocimientos supranormales, que experimentaron un fuerte
21 desarrollo cuando se consagró a Dios en la vida religiosa. Su profesión religiosa en la orden concepcionista y su elección para abadesa a la edad de 25
22 años señalaron un nuevo punto de partida. En aquella ocasión realizó un significativo acto de entrega de sí misma a la Virgen. Ella le respondió maternalmente, prometiéndole toda suerte de ayudas espirituales, y la
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MCD, II, Intr. 22.30.
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Este modo de conocer elevado y mís co empieza en ella desde el uso de razón( MCD, I, n. 13) que debió ser precocísimo( Samaniego, Relación de la Vida de la Venerable Madre Sor María de Jesús, parágrafo II). Esas iluminaciones le dieron, sobre todo, un profundo conocimiento de sí misma, con una clara percepción del bien y del mal, un grande aprecio de la vida eterna, el deseo de lo mejor y más seguro, y de su puesta en prác ca, el temor de los juicios de Dios, un intenso ejercicio de la piedad mariana( MCD, I, n. 13).
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Fue el empo en que abundaron en ella los fenómenos extraordinarios-incluso bilocaciones- que cesaron, al suplicar al Señor-por mandato del confesor- verse privada de tales fenómenos. Esto trajo como resultado la concentración extraordinaria de su vida espiritual en lo más interior de la misma.
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MCD, Introducción, nn. 5-7.