LA MARIOLOGÍA DE LA MADRE ÁGREDA ANTONIO MARIA ARTOLA, CP | Page 40

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La Mariología de la Madre Ágreda
protector de España y virrey de Nápoles; la hija del marqués de Falces, la del marqués de Gelsa-religiosa- y otra de la Orden de S. Benito salieron de su religión y solicitaron vivir en el convento de Sor María.
A cuatro meses escasos de la muerte de Sor María-el 17 de septiembre- le siguió a la tumba el Rey. Murió a los 60 años. Un venerable personaje que intervino en el proceso de Sor María-el mercedario P. Arriola- al oír que Sor María había fallecido exclamó: " Muerto es el Rey ". Era persuasión en la Corte de que el Rey no podía vivir sin la ayuda y consejos de Sor María.
A finales del año mismo de la muerte de la Abadesa de Ágreda fueron cuidadosamente recogidos y guardados sus escritos, y especialmente la Mística Ciudad de Dios, por el P. Alonso Salizanes, Ministro General de la Orden y el P. José Ximénez de Samaniego, Provincial de Burgos, asistentes ambos a la muerte de Sor María
El sábado 10 de septiembre de 1667-a los 28 meses de la muerte de la Venerable- se procedió a la extracción del ataúd del lugar de la cripta donde había sido sepultada la Venerable. Por la humedad que destilaba la roca, todo el interior del ataúd estaba mojado. El hábito se había deshecho, pero el cuerpo estaba incorrupto. El cadáver fue trasladado a otro lugar de la cripta menos húmedo.
8.- Pervivencia crucificada
La Venerable M. Ágreda gozó en vida de una reputación extraordinaria que, saltando los muros de su monasterio, llegó hasta la Corte de Felipe IV, y a los mismos palacios vaticanos. Nuncios como Rospigliosi y Monti, obispos de varias diócesis, eclesiásticos del clero secular y regular, personalidades del mundo de la ciencia y de la política vinieron con frecuencia en devota visita al Monasterio concepcionista de Ágreda. A la muerte de Sor María explotó en una