La Autora
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También de Roma se recibieron sentidas condolencias. El 28 de julio llegó al Convento una carta del Cardenal Julio Rospigliosi, Nuncio que había sido en España( 1644-1652). Es tradición que Sor María le predijo su ascensión a la silla de Pedro.
La muerte de Sor María señaló el inicio de una peregrinación inacabable de personas que se acercaban a visitar su tumba. No solo los habitantes de Ágreda y de los pueblos vecinos, sino también numerosas personalidades de todo rango social emprendieron la peregrinación a Ágreda. Mencionemos las personalidades más relevantes. Vinieron a Ágreda el rey Carlos II, acompañado de su hermano D. Juan de Austria, María Ana de Newburgo y, María Luisa de Saboya; Felipe V; el marqués de Mejorada; D. Manuel, infante de Portugal y Doña Juana de Aragón; los cardenales Portocarrero y Boria; D. Antonio Manrique de Guzmán, patriarca de las Indias; el inquisidor General D. Juan de Camargo; D. Pedro de Aragón, duque de Frías y embajador en Roma; el marqués de Santisteban con su mujer, embajador de Alemania y virrey de Galicia; el virrey de Pamplona y conde de Maceda; los duques de Villahermosa, Alburquerque, Medinaceli, Alcalá, Cardona y Segorbe, de Pastrana y del Infantado, y de Híjar; los marqueses de Leganés, Almonacir y Castilrodrigo, Mejorada, Castelnovo, Montalvo, Aitona, Villena y Santa Cruz; los condes de Luna, Aguilar, Sástago, Talara, los Arcos, Vaños, Villanueva y Gómara; el condestable de Castilla: las duquesas de Béjar, Veragua, Atrisco, Fernandina, Arcos, Medinaceli, Fuensalida y de Alba; la marquesa de Mejorada y las condesas de Peralada, Aranda, Villarreal, Fonclara y Percalada. Era tal la afluencia de los que venían a visitar el sepulcro de Sor María que las religiosas pidieron al Papa no extendiera más licencias para ello; a lo cual accedió.
Fueron muchos los que se hicieron presentes en Ágreda por peregrinación espiritual. Además de Felipe IV, los cardenales Rospigliosi, de Lauria, Aguirre y Belluga, y otros como Don Pascual de Aragón, cardenal