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La Mariología de la Madre Ágreda
La falta del Director Espiritual repercute también negativamente en el desarrollo del interrogatorio instruido contra ella por la Inquisición. En efecto, el 8 de enero de 1649 se reabre la causa instruida a la M. Ágreda por la Inquisición, ya archivada en 1635. La razón de semejante nuevo intento estaba, sin duda, en el relieve político extraordinario que la figura de Sor María había adquirido en el proceso del duque de Híjar.
A la vista de los documentos que formaban el sumario de la nueva causa, el 13 de enero el Tribunal de Madrid encargó la emisión de sendos informes sobre dicha causa a tres Padres Calificadores del Santo Oficio: al jesuita P. Lucas Grandín, a Fr. Alonso de Herrera, de la Orden de San Francisco de Paula, y a Fray Tomás de Herrera, de la Orden de San Agustín. El jesuita declaró a favor de la Abadesa, por carecer de fundamento suficiente para un juicio definitivo sobre el espíritu de Sor María. En declaración conjunta los tres comisionados opusieron unos tímidos reparos al tema de los arrobos, del reparto de cruces y cuentas, y de las Letanías. Mostraban su recelo sobre las bilocaciones. Como conclusión, exigieron“ nuevos interrogatorios e indagaciones sobre su vida, ejercicio de las virtudes y del modo de comunicarse con Dios, porque no había suficientes elementos para un juicio ultimado y definitivo”.
En plena actividad inquisitorial sobre su persona, y ajena a cuanto en Madrid se tramaba contra ella, el 18 de mayo Sor María firmó el cuaderno de diez hojas con los Treinta y tres propósitos de perfección, escritos por ella misma. En ellas se trazaba un riguroso plan de vida-1. Leer cada día estos avisos.-2. Considerar la grandeza y la bondad de la Majestad de Dios.-3. Considerar lo mucho, que me importa, ser buena y dar gusto a Dios y lo que merece Su Majestad.-4. No hacer cosa de las que obrare, por interés, ni por la Gloria, ni por el temor del infierno sino por amor de Dios y darle gusto.-5. Procurar las virtudes y trabajar por alcanzarlas.-6. Contrariar mi voluntad en todo, no cumpliendo los