LA MARIOLOGÍA DE LA MADRE ÁGREDA ANTONIO MARIA ARTOLA, CP | Page 24

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La Mariología de la Madre Ágreda
día Sor María de Jesús-sin tener cumplidos los 25 años de edad- es nombrada por el P. Provincial Presidenta de la Comunidad. El cargo era provisional, para el tiempo que durara la tramitación de la dispensa papal. Al cumplir sus 25 años de edad y 8 de profesión, por Breve de Su Santidad Urbano VIII, y con dispensa de edad, fue elegida Abadesa.
Ya habían cesado las bilocaciones, pero el recuerdo de la singular aventura mística trajo no pocas complicaciones. El 30 de abril de 1631 llegaba de Nuevo Méjico a Ágreda el P. Benavides, para entrevistarse con Sor María de Jesús, y aclarar su posible participación en la milagrosa conversión de los indios de Nuevo México. El Memorial que de los extraordinarios hechos de bilocación escribió el P. Benavides lleva la fecha del 15 de mayo.
El plan de vida que seguía Sor María era increíblemente exigente. He aquí la distribución de su jornada, mientras los maitines no se trasladaron a la medianoche. Dormía un par de horas hasta las once de la noche, en un cilicio de madera a modo de reja. A las once se levantaba con el cuerpo dolorido, para el ejercicio de la cruz, que duraba tres horas. En este tiempo practicaba las siguientes penitencias. Durante media hora recorría el suelo de la celda con las rodillas desnudas y con una cruz de 52 kilos al hombro. Otra media hora la empleaba en estar postrada en el suelo en forma de cruz, contemplando la Pasión. Media hora más permanecía con los pies y manos puestos en una cruz adosada a la pared, recordando las siete palabras. A las dos de la madrugada acudía al coro para el rezo comunitario de Maitines y Laudes, hasta las cuatro. A continuación se retiraba a la celda hasta las seis de la mañana. Regresaba al coro para el rezo de Prima, seguida de una hora de oración, con la Comunidad. Todos los días se confesaba y comulgaba, prolongando hora y media la acción de gracias. Después de Tercia, venía la misa conventual. Seguía a la Comunidad en los actos regulares del trabajo y ocupaciones. En este tiempo se entregaba al cumplimento de sus deberes, dedicándose a escribir según las órdenes del