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La Mariología de la Madre Ágreda
En 1615 María Coronel cae víctima de una grave enfermedad que la tiene postrada en cama durante seis meses. Se ve a las puertas de la muerte; incluso se compra cera para sus funerales. Superada la grave dolencia, desiste de su idea de ingresar entre las MM. Carmelitas de Tarazona y decide colaborar en la fundación religiosa que proyectaba su madre. Las gestiones para la fundación empezaron en 1616 Tres largos años pasaron hasta su ejecución.
En este intervalo María se dejó atraer de los encantos del mundo. A pesar de las elevadas experiencias místicas vividas desde la niñez, entre los catorce y los dieciséis años la piadosa joven atravesó una crisis de tibieza y disipación. Le encantaba figurar y sobresalir y dio entrada en su corazón al placer de ser admirada.
El 13 de enero toman el hábito María Coronel, su hermana Jerónima y su madre Catalina de Arana.
El ingreso en el monasterio y su primera confesión general procuraron a María Coronel un total cambio de disposiciones interiores. Vuelven las gracias místicas y empieza una vida de rigurosa penitencia. Aunque tornan las tentaciones, las arideces y la falta de salud, a todo resiste la decidida novicia.
Al cabo de un año-el 2 de febrero de 1620- emiten su profesión religiosa las nuevas religiosas de Ágreda. María Coronel se llama ya Sor María de Jesús. Su madre toma el nombre de Catalina del Santísimo Sacramento. Por falta de edad, no puede profesar Jerónima. Está presente en la profesión Fray Francisco Coronel.
A los pocos meses de su profesión, Sor María experimenta un verdadero torrente de gracias divinas, con los inevitables epifenómenos de arrobos, éxtasis, levitación. El primer confesor de Sor María-P. Fray Juan de Torrecilla- actuó con cierta imprudencia en la dirección de su alma, y no vigiló debidamente la intimidad de tales fenómenos que transcendieron a los