La Metodología en la Mariología 17
El momento primero del sentir místico acontece bajo la forma de una irrupción singular del mundo invisible en la realidad humana normal. Este hecho es el que distingue el sentir intelectivo del orden natural y la experiencia mística. Para que se dé este fundamental sentir místico es necesaria la presencia activa de potencias especiales aptas para captar el sentir primero de la irrupción. Como en el sentir humano natural, este sentir místico ha de ser intelectivo, pues se basa en el nivel primero del conocimiento humano natural. Para que el sentir místico se haga experiencia mística es necesario-ademásque se dé una duración repetida del sentir, que permita un retorno de reconocimiento por la memoria, y un acto intelectivo de discernimiento. El sentir místico es muy complejo, y generalmente aparece mezclado con circunstancias no místicas. Por tanto las experiencias místicas son actos sensibles de percepción intelectiva de realidades no-materiales verdaderamente percibidas bajo formas de presencia, distintas de las que por índole propia poseen. La percepción de un ser angélico es real, mas no es conforme a la índole propia que el ángel posee en su propio orden ontológico.
Además de las percepciones extraordinarias de la mística, hay una segunda forma de experiencia-igualmente mística- que pertenecen al ejercicio de los dones del Espíritu Santo. Realizado el acto del sentir místico, esa percepción es repetidamente presencializada y convertida en objeto de memoria; es aceptada como real y verdadera por quien la experimenta, merced al acto de probación o discernimiento. Es así como se completa el ciclo de la experiencia mística. El elemento de probación o discernimiento es inmediato a la impresión mística. Mas los peligros de confundir el parecer con el ser son mucho mayores en la mística que en el orden natural, dado que la realidad percibida en el acto místico no se presenta según su índole propia, y el destinatario de tales percepciones puede confundirlas fácilmente. Es por esto por lo que los autores exigen una diferencia formal entre las experiencias