LA MARIOLOGÍA DE LA MADRE ÁGREDA ANTONIO MARIA ARTOLA, CP | Page 16

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La Mariología de la Madre Ágreda
b-La experiencia mística
En el momento en que se quiere aplicar la filosofía de la experiencia al orden místico el problema esencial consiste en diferenciar las realidades que forman el objeto de la experiencia mística . La experiencia natural tiene como objeto las realidades materiales . Las que son objeto de la experiencia mística no son materiales , pero de ellas se puede dar un conocer sensible . En efecto , para que haya una verdadera experiencia humana , el objeto experienciado debe entrar -de la manera que sea- en el ámbito de lo sensible material . Moisés ve en el Sinaí un espino material que arde con un fuego materialmente perceptible . En las apariciones del resucitado , Jesús , presenta un cuerpo capaz de ser percibido en experiencia sensible . Ahora bien hay dos modos de experimentar una realidad sensible : o bien , porque es material por su propia índole , o porque el objeto experimentado , ha sufrido una mutación que le ha colocado en condiciones de apariencia / aparición , que le permite ser percibido en forma verdaderamente sensible . La realidad de estas percepciones depende del modo cómo los objetos percibidos responden a su verdadera realidad , según su propia índole , y la manera cómo se hacen perceptibles realmente por los hombres . Es aquí donde se sitúa todo el problema de la realidad de las apariciones y de las visiones que constituyen lo propio de las percepciones
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tener experiencia de algo [...], aquí se trata de una probación . Pues bien justamente la experiencia es la aprehensión y el estar en las cosas en una probación que consiste precisamente en probar si las cosas son o no son como nos las hemos figurado . Experiencia es cons tu va y formalmente probación , probación de si las cosas efec vamente son o no son como nos hemos figurado ; y no por un razonamiento , sino justamente por un contacto inmediato con ellas : La experiencia por esto no es un mero sen r . Ni que ese sen r sea el sen r puramente sensible de que hablan los empiristas , ni tan siquiera el sen r intelec vo de la impresión de realidad . Porque eso sería sen r , pero no seria tener experiencia ”. ( X . ZUBIRI . El hombre .., p . 154-155 ).
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Las experiencias mís cas extraordinarias señalan el punto de par da de las aprehensiones , los juicios y las síntesis doctrínales que contribuyen a la composición de los tratados de la Teología Mís ca