LA MARIOLOGÍA DE LA MADRE ÁGREDA ANTONIO MARIA ARTOLA, CP | Page 10

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La Mariología de la Madre Ágreda
popular. Así la Mariología era mirada, de parte de la Sistemática, con cierta sospecha y desconfianza. Por más que los cultivadores de esta especialidad teológica trataran de afinar su estatuto científico, acercándose todo lo posible a la teología científica usual, se tenía la impresión de que la Mariología no terminaba de convencer, pues tenía dificultad en establecer una metodología estricta y científica al interior de la teología. De ahí que, a pesar del desarrollo espectacular alcanzado en la primera mitad del siglo XX, la teología mariana nunca haya logrado superar la duda sobre su verdadera identidad. La incertidumbre sobre sus bases rigurosas le ha acompañado como su propia sombra. Ha sido una especie de tensión interior, más inconsciente que refleja, la que le ha afectado desde el siglo XVII al ser mismo de la teología mariana.
Cuando surgió la moda de la distinción entre Mariología cristotípica y la eclesiotípica, hubo un intento de basar lo revelacional precario da la Mariología, en las apariciones marianas aprobadas por la Iglesia, cual si fuera una cierta continuidad de la revelación constitutiva. Pero la tensión verdadera estaba entre una Teología entendida como Escolástica, y otra espiritual. Poco a poco se ha ido abriendo una vía de justificación a su peculiaridad metodológica. Para explicar este fenómeno, orienta bien la teoría del P. F. Marín-Sola, O. P., sobre la doble vía del progreso del dogma y de la teología, comparándola con lo que la Teología Espiritual considera-en la actualidad- como el fundamento formal de la misma, es decir: la“ vivencia” de la fe.
3-Las dos vías de progreso dogmático y teológico
El gran teórico de la evolución homogénea del dogma que fue el P. Francisco Marín-Sola, O. P. diferenció un doble camino en el proceso evolutivo del dogma, y de la teología. Es una constatación de gran valor para identificar el modo cómo ha tenido lugar la espectacular evolución de los dogmas marianos y la Mariología:“ Hay, pues, dos fuentes del dogma y del desarrollo dogmático: