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LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER
para que sigan acercándose a ciegas hacía él, con engaños y castigos los
atrae hacia sí. Para que todo este sistema funcione, es necesario que los
hombres continúen creyendo que el creador es el único dios que existe y que
es un dios bueno.
Sí un hombre llega a ese punto de fusión con su creador Jehová-Satanás, en
ese mismo instante su espíritu pierde toda posibilidad de liberarse mientras
dure este universo.
¿Qué debo hacer en esta vida? Debo despertar, debo tomar conciencia de mi
verdadera situación y hallar una salida, y escapar de la prisión. Debemos
procurar el segundo nacimiento (es cuando se libera el espíritu) el cual nos
llevará a la vida eterna. Para un hombre despierto y liberado podrá torcer
voluntades, leyes y destinos.
La liberación del espíritu es lo único digno de hacer por un hombre en su
vida, es lo único que puede llevar adelante, no hay otra tarea que
justifique tomarse un tiempo para efectuarla, todas las demás son inútiles.
A medida que el hombre va siendo transformado, va tomando conciencia de lo
absurdo de todo.
Poco a poco se percata que los demás hombres no son más que espectros y
fantasmas. Un hombre así transformado siente la soledad más terrible que se
pudo imaginar, pero lentamente se irá adaptando a este nuevo estado, irá
superando todo lo inferior y la soledad que sintió en un principio y llegará a un
nuevo reino: a un estado de vigilia, EL HOMBRE DESPIERTO YA NO
DORMIRÁ MÁS.
Cuando el espíritu se hace cargo, el hombre así transformado puede vivir en
varias dimensiones a la vez, pues ha alterado el espacio y el tiempo. Para
comenzar este proceso, el hombre debe elegir uno de sus “yoes” el más fuerte,
el más parecido a su espíritu. No importan los demás “yoes”. Hay muchos
“yoes” en cada hombre, pero sólo uno corresponde al espíritu. El resto son
“yoes” del alma, los que impulsan al hombre a : “amar a dios”, “amar al prójimo”,
“poner la otra mejilla”, “compartir todo con los demás”, “colaborar con la obra de
dios”. El “yo” del espíritu es todo lo contrario, es el máximo opositor al creador y
a su creación.
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