LA LADRONA DE LIBROS La ladrona de libros | Page 25
Markus Zusak
La ladrona de libros
Al final, Liesel Meminger se avino a entrar, con cautela. Hans Hubermann
le dio una mano. Llevaba la maletita en la otra. En su interior, enterrado entre
las capas de ropa doblada, había el pequeño libro negro que, por lo que
sabemos, hacía horas que buscaba un sepulturero de catorce años en un pueblo
sin nombre. «Se lo prometo —me lo imagino diciéndole a su jefe—. No tengo ni
idea de lo que ha podido ocurrir. Lo he buscado por todas partes. ¡Por todas
partes!» Estoy segura de que jamás habría sospechado de la niña y, sin
embargo, ahí estaba, entre su ropa, un libro negro con letras plateadas:
MANUAL DEL SEPULTURERO
Doce pasos para ser un sepulturero de éxito.
Publicado por la Asociación de Cementerios de Baviera.
La ladrona de libros había dado su primer golpe: sería el comienzo de una
ilustre carrera.
25