LA LADRONA DE LIBROS La ladrona de libros | Page 240
Markus Zusak
La ladrona de libros
Tres estupideces de Rudy Steiner
RUDY STEINER, TODO UN GENIO
1. Robó la patata más grande de Mamer's, el colmado del
barrio.
2. Se enfrentó a Franz Deutscher en Münchenstrasse.
3. Se saltó las reuniones de las Juventudes Hitlerianas.
El desencadenante de la primera estupidez de Rudy fue la codicia. Hacía la
típica tarde de perros de mediados de noviembre de 1941.
Antes había esquivado con bastante maña a las señoras armadas de
cupones, casi me atrevería a decir que con un toque de genialidad criminal,
tanto es así que estuvo a punto de pasar inadvertido.
Gracias a su discreción, consiguió la patata más grande del montón, es
decir, esa misma patata que casi toda la cola vigilaba, así que todos estaban
mirando cuando un puño de trece añitos se asomó y la atrapó. Un coro de
corpulentas Helgas lo señaló con el dedo y Thomas Mamer se acercó al sucio
tubérculo echando pestes.
—Meine Erdäpfel—dijo—. Mis patatas.
La patata seguía en las manos de Rudy (necesitaba las dos), y la gente se
reunió a su alrededor como una cuadrilla de luchadores. Había llegado el
momento de usar la labia.
—Mi familia se muere de hambre —se justificó Rudy. Un conveniente
reguero de fluido claro empezó a moquearle de la nariz. No hizo nada por
limpiarse—. Mi hermana necesita un abrigo nuevo. El último se lo robaron.
Mamer no era tonto.
—¿Y querías vestirla con una patata? —preguntó, sin soltarle el cuello de la
camisa, por donde lo tenía agarrado.
—No, señor.
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