LA LADRONA DE LIBROS La ladrona de libros | Page 239
Markus Zusak
La ladrona de libros
—¿Tienes algo bueno para cenar? —preguntó. —Lo dudo.
—Yo también. Qué lástima que los libros no puedan comerse. Arthur Berg
dijo algo parecido, ¿recuerdas?
De camino a casa estuvieron recordando los buenos tiempos, mientras
Liesel le iba echando una ojeada de vez en cuando a la tapa gris y el título
impreso en negro de El hombre que silbaba.
Antes de entrar en sus respectivas casas, Rudy se detuvo un momento.
—Adiós, Saumensch. —Rió—. Adiós, ladrona de libros.
Fue la primera vez que otorgaban dicho tratamiento a Liesel, y no
consiguió ocultar lo mucho que le gustó. Como ya sabemos, había robado libros
en anteriores ocasiones, pero a finales de octubre de 1941 pasó a ser algo
público. Esa noche, Liesel Meminger se convirtió oficialmente en la ladrona de
libros.
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