LA LADRONA DE LIBROS La ladrona de libros | Page 119
Markus Zusak
La ladrona de libros
Era la cuarta vez que la mujer del alcalde dejaba entrar a la niña, y ahora
estaba sentada al escritorio con la mirada perdida en los libros. En su segunda
visita le había dado permiso para que eligiera uno y lo leyera, lo que condujo a
otro y a otro más, hasta que se decidió por media docena que, o bien llevaba
bajo el brazo, o bien apilaba sobre el montón cada vez más alto en la mano que
le quedaba libre.
Ese día