La gran SIETE Año 7 N° 8 Noviembre 2025 | Page 69

estudio digna de destacar pero la guía docente resulta fundamental para asegurar que la diversidad de trayectorias que implica un grupo diverso( cualquier grupo diverso) participe, comprenda, resuelva, se apropie de contenidos y se haga preguntas.

Me parece importante detenerme unos minutos en este punto y, antes que nada, vale aclarar que no me resultó fácil expresar la idea que tenía al respecto. Hasta que Paula Escars, profesora en sucesivos talleres de prácticas con quien tuve el privilegio de cursar, aprender y disfrutar las residencias, me recordó la perspectiva que plantea Terigi( 2014) sobre la diversidad en la escuela que voy a desarrollar brevemente a continuación.

A grandes rasgos, esta afirmación,“ 7 ° B anda solo”, se refiere a ocho de las / os trece alumnas / os de este grado. Por lo tanto, invisibiliza a cinco estudiantes que necesitan tiempos, intervenciones y recursos diferentes de los del primer grupo. Pero están en el aula, son parte del grado y no andan solos.

Visto así, me resulta inevitable que nos preguntemos qué sucede con la escuela que nos cuesta tanto asumir la diversidad que defendemos, habilitamos y habitamos porque, como agentes de la institución, somos parte de ella.

Terigi dirá que, la diversidad es la condición normal de cualquier grupo humano-no hay dos personas idénticas en sus ritmos de aprendizaje, intereses, experiencias previas o formas de procesar la información-. Sin embargo, y como ya sabemos, el sistema escolar se construyó históricamente sobre el supuesto de la homogeneidad.

Lo interesante de su análisis es que no culpa a las / os docentes, ni al sistema de manera simplista, sino que reconoce las dificultades estructurales: la escuela tiene una función social de certificación y selección que la empuja hacia la estandarización mientras que, simultáneamente se le exige atender la diversidad. Es una contradicción sistémica.

Donde se cierra una puerta, se abre una ventana, dice el dicho. Y la autora abre una cuando propone pensar la diversidad no como un " problema a resolver ", sino como el punto de partida natural para el diseño de propuestas pedagógicas. Esto implicaría abandonar la idea de que algunas / os estudiantes son " diversas / os "( las / os que se salen de la norma) y otras / os " normales ", para asumir que todas / os somos diversas / os y que es la propuesta pedagógica la que debe ser suficientemente flexible y rica. 7 ° B no anda solo.

Desde mi propia experiencia, implementar las 24 clases planificadas desde la teoría de la confianza-cómo no citar a Cornu( 1999)-, marcó la diferencia. Entregar esa confianza,“ regalársela” a las / os chicas / os por el hecho de estar

Por Jorgelina Leider y Carola Marchetta Duek

69