En el marco de la cursada de Psicología Educacional en el Profesorado de Educación Primaria, realizamos un trabajo integrador en pareja como parte de la segunda instancia de evaluación. Entre los ejes propuestos, elegimos abordar la participación sociopolítica de las infancias, a partir de un texto de Débora Imhoff( 2011), y la desigualdad, exclusión y fracaso escolar, desde la mirada crítica de Carina Kaplan( 2005).
La elección de estos temas no fue casual, ambas autoras nos permitieron pensar los modos en que la infancia ha sido históricamente concebida, regulada e invisibilizada, y cómo esas representaciones repercuten en los escenarios escolares actuales, muchas veces reforzando desigualdades estructurales.
En cada rincón del aula se dibujan historias distintas. Algunos chicos llegan con sueño, otros con hambre. Algunos traen mochilas llenas de libros, otros cargan responsabilidades de adultos. Pero todos, absolutamente todos, tienen derecho a ser escuchados, a aprender, a jugar, a imaginar un futuro mejor ¿ La escuela? Debe ser ese espacio que abra caminos, no que los cierre.
Para dar vida a nuestra exposición y conectar teoría con realidad, incorporamos tres artículos periodísticos recientes sobre trabajo infantil en contextos rurales y urbanos. Estas noticias funcionaron como puerta de entrada para acercarnos a una problemática que, si bien suele percibirse como lejana, está presente en las aulas. Lejos de tratarse de infancias abstractas o ajenas, hablamos de niñas y niños con nombre y rostro: aquellos que podemos encontrar sentados frente a nosotras en nuestras futuras prácticas docentes.
Además, decidimos sumar a Mafalda, no solo por su carácter emblemático como figura de la historieta argentina, sino por su mirada crítica, sensible y lúcida para interpelar el mundo adulto. Mafalda nos acompañó a lo largo de toda la exposición como una compañera más, permitiendo una mirada más desestructurada y humana sobre los temas abordados.
Intentamos de algún modo desnaturalizar ciertas formas de mirar a las infancias y poner en discusión prácticas escolares que perpetúan desigualdades. Entendemos que el aula no es un espacio ajeno a las problemáticas sociales, sino un escenario donde se entrelazan biografías, derechos, exclusiones y posibilidades. Como futuras docentes, creemos imprescindible reconocer y nombrar esas realidades para poder construir una escuela más justa, sensible y comprometida.