un rato ” -comentó al pasar una docente , mientras que otra proponía dejarlo armado para que cada uno pudiera apropiarse y habitarlo a su manera .
Entre las ganas y la realidad encontramos los temores , las prescripciones , aquello incorporado como hábito que no deja entrar lo nuevo . Consideramos la propuesta como una semilla , una hendija por la que asoma la luz y se hacen espacios que cobijen , inviten y puedan ser habitados .
Nos vemos a la distancia y observamos siete estudiantes iniciando el Taller 5 con mucha expectativa y entusiasmo , pero también cierto desconcierto , miedos e incertidumbres que se transforman mientras confeccionamos el Marco Teórico ; este trabajo de lectura y escritura colectiva dio margen y abrió a distintas miradas que se fueron nutriendo en la medida que sumamos tiempo , esfuerzo y por qué no , discusión ( de la buena , de la que que te permite sumar y re-construir ). Fueron indispensables los intercambios de cada clase , los juegos y la disponibilidad lúdica , los debates y conversaciones , la curaduría de bibliografía y material didáctico pensada para cada situación , la revisión y análisis de nuestra memoria lúdica y la visita al Centro Lúdico JTK , que fueron conformándonos como un equipo comprometido y entusiasmado por la tarea que íbamos a realizar .
Fue interesante la dinámica de escribir en pequeños grupos : duplas , tríos y cuartetos , para enriquecernos con las ideas y miradas de las otras : la posibilidad de realizar la escritura en diferentes instancias y la revisión constante de ella
Por Stella Converso , Claudia Charnik y Graciela Tabak