- la gran sietecuestionar y dar sentido es una apuesta a abrir espacios en el Jardín , donde el armado de cada escenario lúdico genera comentarios del personal docente y no docente sobre las ganas que les da de estar allí , de sentarse o acostarse a pensar , leer o descansar , de armar y desarmar . Un espacio que niños y niñas disfrutan , recorren , desarman , reconocen en cada encuentro , sostenido por la premisa de mantener algo estable ( que dé confianza ) y modificar lo posible , para ofrecer la novedad y permitir nuevas experiencias , nuevos juegos y encuentros .
El escenario en sí mismo no alcanza para facilitar el juego y el despliegue de la expresividad corporal , sino que es la intervención de las estudiantes , su apuesta a sostener la relación , no siempre cerca , ni ofreciendo todo cada vez , sino eligiendo qué intervenciones , qué palabras , posturas y tonos se adecuan a la necesidad de cada niña / niño en el escenario del juego , que incluye acumular objetos , hojas , maderas , pájaros ; lanzarlos al aire , pasarlos de un recipiente a otro , esconderlos , esconderse debajo de ellos . Un refugio para compartir el secreto con otros / as , para esconderse de los monstruos que a veces aparecen en el bosque , para prepararse para pasar a otro lugar .
Proponer jugar en las aulas del profesorado generó en nosotras una re�lexión profunda : ¿ Cuántas oportunidades de juego existen en el ámbito adulto ? ¿ Acaso participamos en actividades lúdicas entre adultos / as ? ¿ Cuánto incide en nuestra manera de vincularnos actualmente con el juego , en nuestra manera de jugar solos / as , con un / a otro / a o con un grupo ? ¿ Qué implicancias tiene nuestra manera de jugar del pasado en cómo nos presentamos ante un / a otro / a ? ¿ Cuánto de la biografía personal y escolar se deja entrever y debemos revistar , volver a mirar ? La invitación a recorrer los juegos de la infancia en una propuesta de ejercicio individual introspectivo en el marco de la grupalidad habilitó un espacio para volver a revivir juegos y escenas , lugares , aromas y sensaciones . Sumergirse en ese tiempo en el que jugamos y fuimos jugados con y por otras / os abrió la puerta para que el grupo se encuentre con su propia reserva lúdica .
La reserva lúdica ( Fajn , 2020 : 23 ) es un conjunto de recursos , herramientas palabras , sonidos , acciones que porta el sujeto y deben actualizarse para poder ser usada en los escenarios de juego . Una reserva lúdica rígida no facilita estar y entrar en situación de juego . Fue esencial convocar al pasado del juego de todas y cada una para que se haga presente en el espacio del Taller .
En los encuentros se fueron desplegando las vivencias y los recuerdos en clave de juego que permitieron también construir la biografía lúdica del grupo . Escuchar , compartir experiencias , encontrar similitudes y hallazgos fue un ejercicio sostenido . Repensar el juego en pos de las infancias actuales y desde la perspectiva de docentes jugadoras se convirtió en un elemento esencial para diseñar la tarea .
Al jugar se actualizaron nuestras historias de juego , de haber jugado . Lo jugado queda inscrito en el cuerpo . Solo hay que volver a jugar , volver a pasarlas por el juego para que se reaviven y vengan al presente .
62 La trama colectiva del trabajo docente . Una oportunidad que transitamos en el Taller 5 .