Una escuela caótica , con muchas puertas de entrada , que interpele e invite a cada quien con lo que trae , reconociendo lo valioso que es tener y ser una historia . Una escuela que invite a construir la vida como un collage : recortando cosas de aquí y de allá , cambiándoles la forma , creando una versión personal y original .
Una escuela �lexible , tierna y amorosa en cuanto a la manera de mirar a lxs pibxs , tomándolos por sus posibilidades y no por sus carencias .
En fin , una escuela que sea una oportunidad , preferentemente para lxs pibxs a lxs que se les arrebata la dignidad desde antes de nacer . Una escuela que abra puertas y lxs acompañe en el proceso de buscar las llaves correspondientes .
En fin , una escuela humana que reivindique el cuidado como pilar fundamental para poder aprender . Que cuide la vida en su sentido más profundo y haga sentir a cada pibx que hay alguien que lo mira y sabe que está acá .
Por último , sueño con que cada vez seamos más los que optemos por el camino de la educación como herramienta para la transformación social y que el mundo se llene de docentes que se encuentren , como reza un himno popular , con los puños en alto , deseando al final , hacer la revolución con una canción de amor .”
Una de las propuestas planificadas por Martín .
Por su parte , Sofía Romero , plantea : “ La permanente revisión sobre las propuestas planificadas , sobre cómo escuchar y mirar a las infancias y el proceso de construcción sobre el ‘ escucharme , verme ’ en el hacer docente , me permitieron desandar mi propia biografía escolar , tanto en relación al contexto social , como en la experiencia educativa que transité . Pero verlos / as reír , escuchar sus relatos , volver a casa pedaleando en la bici mientras pasan las imágenes de sus respuestas y gestos después de alguna intervención , afirma mi convicción : la elección de trabajar con las infancias desde una profunda concepción política de la educación y su poder de transformación .
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