Cada día era una invasión de preguntas , preguntas de sentido y preguntas coyunturales . ¿ se juntan o no se juntan los 4tos ? ¿ qué hacemos si les pibes no vienen ? ¿ qué hacemos si vienen sólo dos ? Uy , alguien de nosotres se tiene que aislar … ¿ para qué les hacemos planificar si después no van a poder dar esas clases ?
Para las respuestas de coyuntura , apelé una vez más a una historia de Teresa Punta . Cuenta Teresa en alguno de sus relatos , que cuando asumió como Directora de la Escuela 4 , el acto protocolar incluía que le regalaran dos sellos : uno de la provincia y otro de la escuela . Teresa dice que , al recibirlos , pensó que los sellos en lugar de decir “ Provincia del Chubut ”, o “ Escuela 4 ”, deberían decir “ es lo que hay ” y “ vamos viendo ”.
Más allá del humor , ese “ es lo que hay ” nos ayudaba a aceptar que estábamos en una realidad que en un punto nos excedía , como nos excedía la decisión del gobierno de la ciudad de que fuéramos a la escuela , de las maestras de juntar a las burbujas , de la escuela de organizar la virtualidad de un modo que no compartíamos . El “ vamos viendo ” me habilitó a hacerme cargo de las decisiones , pero también a pensarlas con les estudiantes . Supe que muchas veces esperaban una respuesta concreta , un alivio , una contención . Traté de ubicarme en ese lugar , de hacerme cargo de las decisiones , pero a la vez , no dejarlos fuera de tales decisiones , porque yo podía tomarlas , pero las debíamos sostener entre todes .
Así es que creo que transitamos la coyuntura , sosteniendo algunas cosas con las que nos peleábamos , pero decidiendo entre todes qué podía hacer cada une en el día a día .
Las preguntas por los sentidos son más complejas , me acompañaron en toda la residencia , y aún me acompañan . La respuesta por el sentido me ayudó a tomar decisiones sensatas ( espero , creo ) en varias oportunidades .
Me equivoqué mucho : ensayar , inventar nos lleva inevitablemente a tomar buenas decisiones y también a cometer errores . Olvidé cosas fundamentales , que en tiempos de no pandemia hubieran sido tema de trabajo de varios encuentros , sostenido , discutido , como recordarles que tenían que corregir los cuadernos de los chicos y las chicas , después de cada trabajo hecho por les residentes . Pagué mi error con un amoroso y comprensivo reclamo de la Directora , pedí disculpas a las maestras (¿ Cómo se me pudo pasar algo tan básico ?).
Detrás de las preguntas de cada día están las preguntas por el sentido , preguntas que me pude ir respondiendo .
¿ Tiene sentido hacer la residencia en este contexto ? Creía que no , pero hoy valoro lo que aprendimos , todes . Cada une , en sus escritos individuales , escribió lo que significó la experiencia , va aquí mi parte :
Aprendí que se puede hacer un Taller 5 y 6 juntos , en un tiempo acotado , y que esa sea una experiencia de aprendizaje .
Aprendí que si no damos doce clases , igual dejamos una huella en les niñes .
Aprendí que se puede planificar sin implementar , y que igual tiene sentido , porque se puede imaginar enseñando esa secuencia a eses niñes .
Por Ayelén Attías , Florencia Baldassarri , Julia Cabezas , Bautista Funes , Noelia Jara , Ana Pacheco , Gisela Paolo e Ignacio Villar