sobre qué deben aprender los alumnos y qué se espera de los docentes ” ( Diálogo Interamericano y OEI , 2018 : 16 ) y de estándares y evaluaciones que aseguren la calidad de la formación ( Morrone et al ., 2018 ), tal como se desarrolló en Chile en la década de 2000 ( Cox et al ., 2011 ). Dicho vacío fue llenado con el Marco Referencial de Capacidades Profesionales para la Formación Docente Inicial ( Resolución CFE 337 / 18 ) . Así pues , estos marcos regulatorios depositan totalmente en la docencia la responsabilidad sobre la calidad de la enseñanza , monitoreada a partir de la calidad de los aprendizajes evaluados en operativos desde estándares precisos y cuantificables , basados en competencias profesionales .
En sintonía con las políticas nacionales del periodo 2015-2019 , las políticas educativas de la ciudad de Buenos Aires pusieron en marcha la llamada Revolución Educativa . En este marco , la reforma de la UniCABA y la Secundaria del Futuro coinciden en ubicar y / o confinar al profesorado en un lugar de ocultamiento de la información y silenciamiento de su punto de vista . Es decir , las reformas expresan en su propia implementación , rasgos característicos del perfil docente que aspiran construir . En consonancia , las reformas propiciadas sobre los diferentes ámbitos y niveles del sistema educativo parecen sostener como estrategia coincidente , no establecer las condiciones para un procesamiento racional-crítico por parte de la docencia y la comunidad educativa toda . Además , cuestionan la formación disciplinaria y proponen otra , innovadora , multidisciplinaria siempre y centrada en el desarrollo de competencias , ponderando el papel de las nuevas tecnologías en los procesos educativos . Este paradigma alienta a pensar que las mejoras de las condiciones laborales ya no tendrían que ver con el reclamo de un conjunto , sino con un mérito particular de cada profesional . Un ejemplo de ello es el adicional por título de grado universitario , maestría o doctorado , vigente en la ciudad de Buenos Aires desde agosto de 2018 5 , que además excluye las formaciones en Institutos de Formación Docente , lo que implica una desvalorización de las carreras allí impartidas .