“ El primer día fue fatal . No estaba preparada emocionalmente para compartir la tarde con veinte niñes de primer grado . Si bien siempre coordiné actividades y talleres con muchos más , la realidad es que al final del día pensé que iba a morir . El nivel de movimiento y ruido es mucho . Así y todo , me parece esperable en niñes de esa edad . Pero lograr la escucha es un trabajo intenso y no se logra en su totalidad en ningún momento . La maestra les hablaba pausadamente y con un tono jardineril que me ponía algo nerviosa . No sé bien todavía cómo les voy a hablar yo cuando esté dando las clases . Así , seguro que no , porque no me sale . Cuando entramos al aula y no habíamos llegado a decir “ hola ”, la maestra comenzó a cantar , mirándonos con una gran sonrisa : “ Decime cuál cuál cuál es tu nombre ...” En ese microsegundo nos miramos con mi compañera con compasión y levantamos la vista para corroborar la mirada de veinte niñxs divertidos y expectantes . Nuestra intención de sentarnos silenciosamente en el fondo aula para conocer poco a poco a lxs niñxs y sus aprendizajes fue literalmente desintegrada al momento de responder “ Mi nombre eeeees …”.
Todo lo humanamente anticipable escapa al contraste inevitable de la realidad y su idealización . Si bien muchxs compañerxs llegan a los talleres de práctica con alguna experiencia de aula , para lxs que no , hay uno y mil detalles que no fueron contemplados y que , por más buena voluntad que lxs docentes pongan en querérnoslos transmitir , no es sino hasta que nos enfrentamos a la situación que nos damos cuenta que estamos metidas con las patas en el barro . Así , surgen dudas básicas , sobre cómo pedir silencio , si lxs niñxs pueden sacarse los delantales dentro del aula , qué pasa si no terminaron de copiar y tienen plástica en la hora siguiente . O si hay un nene que le sacó las figuritas de Yu-gi-oh a otro durante el recreo y no se las quiere devolver , el otro se larga a llorar y a vos te quedan 10 minutos para hacer las conclusiones , porque es viernes a última hora y la semana que viene le toca a tu compañera así que necesitás ( ne-ce-si-tás ) que sistematicen eso ( y además que pongan el título y peguen la actividad en el cuaderno ), pero por otro lado no sos una desalmada y te aflige realmente el sentir del niñx . Todo no se puede . Ahí es donde ves que empezás a desarrollar algunas habilidades , sea para mediar o para sopesar , en tres segundos , qué es más grave para la humanidad , si un título o una figurita faltante .