La gran SIETE Año 2 N° 2 | Page 88

Llegamos con nuestros prejuicios y los ajenos y aún así decidimos ser PROFESORAS EN EDUCACIÓN INICIAL y entendemos nuestro trabajo como un acto político.

Nuestro amor hacia las infancias no es un amor genérico, es un amor comprometido. Las infancias nos conmueven, pero sobre todo nos ocupan, por eso creemos que debemos intervenir pedagógicamente cada día para que existan infancias dignas, diversas, políticas, potentes, capaces, activas y creadoras.

¿Pero en el jardín no se la pasan jugando?, ¡sí, porque al jardín se va a jugar!. Como docentes defendemos el derecho al juego como algo fundamental en la infancia, porque sobre todo en los primeros años de vida el juego es vital, es motor de aprendizaje, es desarrollo y creación. Planificamos cada jornada y cada acción, atravesando en ellas al juego y pensando tanto en los intereses como en las necesidades de les niñes. Buscamos así acompañar, sostener, y brindar distintas propuestas para que cada une se desarrolle de manera integral, pensando a les niñes como sujetos sociales y políticos desde el presente.

Ser docente muchas veces es frustrante y movilizante, sobre todo en los tiempos que corren. Nos enfrentamos a la frustración de no poder darle a todes lo que quieren ni ese momento individual que están necesitando. Porque muchas veces, en la gran mayoría de las instituciones, las condiciones de trabajo no ayudan en nuestra labor docente con tantas crianzas a cargo, entre otras condiciones que nos atraviesan (como los salarios docentes).

La tarea como maestras requiere de nuestra posibilidad de senti-pensar en las necesidades de les niñes que tenemos enfrente, de flexibilizar nuestra formas de ejercer la docencia, en ponernos en su lugar, en observar y observarnos, buscar las formas de que lo que estamos proponiendo tenga un sentido e implique un aprendizaje, y modificar -en nosotras o en lo que venimos haciendo- lo que sea necesario. En aprender a leer sus cuerpos, escuchar lo que dicen y lo que no dicen con palabras, y mostrarles herramientas para que comiencen a expresarse.

Aprendimos mucho, pero sabemos que en donde más se aprende es en la práctica, en la interacción con la realidad de los espacios y con cada niñe, con otres maestres. Se aprende observando, conversando con colegas, amigues o familia, reflexionando y habitando siempre la pregunta de ¿para qué y para quienes hacemos lo que hacemos?. De ahí la empatía, la comprensión y el compromiso, porque para poder observarnos, para poder transformar la realidad y transformarnos -así como les niñes- necesitamos de otra mirada, de otra palabra, senti-pensar en conjunto, accionar en conjunto, mantener una mirada crítica sobre lo que nos rodea y trabajar en red para construir con otres.

No dejemos que nos arrebaten estos espacios, espacios de formación que nos permiten reflexionar en conjunto, demos siempre batalla... nos seguiremos viendo, en la calle y en las escuelas. ¡ABAJO LA UNICABA!, ¡LA UNICABA NO PASA!.

“Lo que no se nombra, no existe.” George Steiner (2013)

Entendemos que el lenguaje es una trinchera de lucha desde la cual tenemos que disputar el sentido que nos fue impuesto, modificándolo y otorgándole nuestro propio sentido. Es por esto que decidimos usar la "e" reemplazando las letras a/o que denotan un género en las palabras para incluir a géneros disidentes.

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Ser docente

-la gran siete-

Palabras de lxs graduadxs del Profesorado de Educación Inicial