La gran SIETE Año 2 N° 2 | Seite 7

07

Por Patricia Bavaresco y Clarisa Label

acuerdos para motorizar destinos y la definición de un equipo que se encargue de la conducción. Se trata entonces de encontrar los modos de anudar tramas que nos animen al trabajo, con la mirada en el interés colectivo. Un devenir que en los tiempos que corren resulta vertiginoso.

En una situación de traspaso como la que vivimos en nuestra institución, la tarea de armar equipo no es un instante inaugural. No es tampoco construir de la nada, ni insertar un equipo ya armado. ¡Cuánto se ha banalizado el significado de la expresión “trabajar en equipo”! No es tomar una foto estática, donde todo está acomodado, donde se puede elegir qué fondo darle y cómo componer a quienes saldrán en la imagen. En ese vértigo de la gestión institucional, no siempre hay tiempo para el ajuste de foco, el cálculo de la distancia necesaria, el acomodamiento de objetos, posiciones, miradas. Porque, en verdad, hacer equipo y trabajar como equipo requiere urdir y recomponer una trama con hilos que ya estaban y con otros nuevos. Se trata, más bien, de seguir haciendo equipo a partir de las personas que ya venían trabajando, de los vacíos que dejan quienes se van yendo y de la apuesta a lxs que llegan.

En este sentido, construir equipo, trabajar en equipo, es un desafío permanente, como un horizonte que se va corriendo cada vez un poco más. Por eso la idea es ir generando de manera constante y sostenida condiciones para alojar la pluralidad y para que sea posible avanzar, teniendo como meta y eje algunos irrenunciables

...que siempre, siempre, la enseñanza sea lo central. Para lo cual es necesario estar alerta y actuar, es decir, generar todas las condiciones necesarias para que los aprendizajes puedan acontecer.

...que siempre, siempre, tengamos en cuenta las particularidades y singularidades de quienes componemos esta institución. Lo cual implica buscar los mejores modos de compatibilizar diferentes perspectivas, renunciando a la pretensión de homogeneidad.

SE HACE CAMINO AL ANDAR

En uno de los tantos intercambios que tuvimos durante el proceso de escritura de esta editorial, pensábamos que esta tarea compartida es un símbolo de todo lo que hemos expresado hasta aquí.

Nos fuimos pasando la posta y dejando por escrito, con diferentes colores, nuestras ideas, convicciones y sentires. La palabra y las frases de un color que expresaba aquí una de nosotras era retomada y enriquecida, ampliada, mejorada, por la otra. Fuimos y vinimos a nuestros tiempos y ritmos, desde la singularidad de cada una.

En esta editorial estamos, Clarisa y Patricia, en la misma carrera, haciendo camino al andar. Nos sentimos parte de un transcurrir que empezó mucho antes de que cada una de nosotras tomara este lugar, y que tendrá continuidad con otros colores después. Estamos andando, y en ese andar, haciendo camino, construyendo y participando de un devenir. Es nuestro sueño que ese devenir, que se ha construido en conjunto con tantas personas, no se fracture. Es nuestro sueño que tenga continuidad a través de una sucesión de experiencias que se transmitan, sin resistirse a la transformación.