La gran SIETE Año 2 N° 2 | Page 44

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social, la de enseñar. Entonces, familias e institución escolar necesitan articularse con ideas, saberes, costumbres, normas diversas para promover el desarrollo del bienestar personal, emocional y social de lxs niñxs como así también sus derechos como ciudadanxs.

La comunicación entre familias e institución supone un compromiso para ambas partes. Puede ser a través de distintas vías: cuaderno de comunicación, mails, redes sociales, aplicaciones, encuentros, entre otros. Hoy en día, con el avance de la tecnología, existe mucha diversidad para llevar a cabo la comunicación.

En un primer momento es importante, como expresa Liliana Maltz, que dentro de las instituciones se lleguen a acuerdos acerca de cómo abordar la diversidad de familias, qué contenidos y de qué manera se trabajará con las distintas edades. La misma autora expone “Reconocer que, además de necesarios, son obligatorios, que forman parte del derecho a la información y el silencio en el jardín o en la familia no implica que los niños no accedan a ellos.” (Maltz, L. 2018) Por lo cual es un deber de las instituciones y un derecho de lxs niñxs acceder a información confiable y acorde a las edades correspondientes. Si bien los adultos responsables de esxs niñxs les darán ciertas nociones del significado “familias”, es necesario que el jardín amplíe ese abanico de opciones. Si este tema no es trabajado se puede caer en la idea de un solo tipo de familia o considerar algunos tipos de familias más válidos que otros e implicaría que los niños ignoren ciertas concepciones y modelos familiares.

Sobre la concepción de la familia en el nivel inicial