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De allí que en la serie no se presenten situaciones complejas, ni palabras “inapropiadas”, ni tampoco hechos que impliquen tabúes, o que resulten difíciles de explicar. Además, se tiende a la simplificación en el lenguaje, con oraciones breves, diálogos simples y lineales, y el uso de un léxico limitado.
Estas representaciones nada tienen de neutrales, sino que reflejan un punto de vista, una visión que se tiene del mundo. Particularmente, este tipo de productos culturales responden a ciertas exigencias del mercado, basados en estereotipos que actúan como garantes de su éxito. Se genera a la vez una especie de retroalimentación, ya que aquellas visiones sociales acerca de la niñez logran imponerse, impactando en las subjetividades de lxs niñxs. De esta manera, el mercado, que logró posicionarse como un agente socializador, sostiene la reproducción del orden social establecido. De forma solapadamente natural, por medio del marketing y la publicidad, fue ingresando en todos los espacios de la vida diaria de lxs niñxs. Como lo expresa Minzi (2005) “Hoy, la familia y la escuela conviven, compiten y negocian con otras agencias “comerciales”, productoras de sentido colectivo, que ponen en escena una nueva escala de valores”.
Así, podemos dar cuenta de la gran influencia social que constituyen estos productos del mercado, como Peppa Pig, y todas las series animadas infantiles. Esto es posible porque de algún modo no solo están dirigidos a lxs niñxs, sino también a lxs adultxs de su entorno, quienes lxs cuidan, educan y les proporcionan sus consumos. Como afirma Graciela Montes (2002) “El productor es el adulto, el niño es el consumidor. En esta asimetría, los productores [...] terminan dirigiéndose al adulto que hay detrás del niño y al niño, en una especie de doble mensaje en el que aparecen los temas que tienen que aparecer”.
En muchos casos, son las propias familias las que cuestionan y critican ciertos elementos o el tratamiento de ciertos temas. En las dos primeras temporadas de Peppa Pig, en algunos episodios, la familia protagónica no utilizaba el cinturón de seguridad. Tras recibir varias quejas, sus creadores anunciaron que las animaciones futuras incluirían dicho cinturón, y que las escenas de las dos primeras temporadas se reanimarían para incluirlos.
Por María Laura Esteban y Cynthia Prevosto