La gran SIETE Año 2 N° 2 | Page 38

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A partir de la entrevista realizada a un niño de 5 años, pudimos dar cuenta de sus consumos culturales y optamos por abordar el análisis de la serie Peppa Pig. Esta elección resultó un desafío para nosotras, porque no es un producto que nos genere simpatía, sino más bien rechazo. Por eso, quisimos atrevernos a romper esa barrera y adentrarnos en el análisis de esta serie que se ha convertido en un fenómeno mundial entre lxs niñxs más pequeñxs.

La protagonista de la serie es precisamente Peppa, una cerdita de rasgos antropomorfos que vive con su hermanito George, de alrededor de un año, y sus padres: Mamá Pig y Papá Pig. El escenario principal es su hogar, donde ocurren la mayoría de las tramas de los episodios que tan solo duran 5 minutos, a veces transcurren enteramente en otros escenarios como la escuela de Peppa, la plaza, la casa de amigxs o familiares.

Los personajes, generalmente animales, usan ropa, viven en casas, y conducen coches, pero también muestran algunas características propias de su especie. Por ejemplo, Peppa y su familia resoplan como cerdos durante sus conversaciones, mientras que los otros animales emiten sonidos característicos de su grupo. Pero también, estos personajes se sonrojan al avergonzarse y expresan gestualmente otras emociones, tales como alegría, tristeza, felicidad, enojo, confusión, entre otras. En general, ríen muy seguido y en situaciones que suelen estar acompañadas por alguna musicalización breve, repetitiva y pegadiza, como la música de la introducción de la serie.

En cuanto a la trama de los episodios, éstas suelen ser poco conflictivas, sencillas, lineales y con final feliz. Además, cada episodio cuenta con la voz en off de narrador que amplía la información, de manera que nada queda implícito, agregando comentarios que refuerzan la acción y el humor.

Aunque resulte evidente, para comenzar, nos parece importante remarcar, que esta serie animada infantil está pensada y creada por adultxs. De modo que el público al que está dirigido ha sido definido previamente. De allí que, al observar las representaciones expresadas en la serie es posible distinguir una determinada noción de niñez subyacente, que a su vez, es la que determina el carácter que se le imprime al producto, tal como plantean Dorfman y Mattelart para el género infantil “[La] narrativa [...] es ejecutada por adultos, que justifican sus motivos, estructura y estilo en virtud de lo que ellos piensan que es o debe ser un niño”. (1972)

Entendemos entonces que se piensa en una única infancia, que debe ser sobreprotegida, que solo puede comprender realidades similares a la de su (supuesto) entorno, donde brota la alegría y no hay lugar para el conflicto ni las ambigüedades que puedan dañar su frágil e impoluto espíritu.

Por María Laura Esteban y Cyntia Prevosto

Estudiantes del Profesorado de Educación Inicial de la ENS N° 7 transitando el último tramo de la carrera.

PEPPA PIG Y LA MÁQUINA DE HACER CHORIZOS

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